¿Mira Dios lo que mira el Hombre?

La Biblia nos indica que el primer rey de Israel, Saúl, fue desechado por Dios, y se le encomendó a Samuel seleccionar al próximo rey. Este llegó a la casa de Isaí, donde tendría que ungir al escogido de Dios. Tan pronto Samuel vió a Eliab, hijo primogénito de Isaí, dijo: De cierto delante de Dios está su ungido. Sin embargo, Dios le respondió: No mires a su parecer, ni a lo grande de su estatura, porque yo lo desecho; porque Dios no mira lo que mira el hombre; pues el hombre mira lo que está delante de sus ojos, pero Dios mira el corazón. ¡Cuán equivocado el juicio de Samuel! El escogido fue David, el más grande rey de Israel, quien era conforme al corazón de Dios. (1 S. 6:6)

El hombre ve lo que está delante de sus ojos, pero como dice un dicho popular: No todo lo que brilla es oro; lo que puede lucir bueno y agradable a la vista puede ser dañino y maligno. Lamentablemente, cuando miramos con los ojos físicos vemos lo externo y somos dados a hacer juicio, el cual, la mayoría de las veces, es equivocado.

El apostol Pablo, en defensa de su ministerio le escribió a los corintios y le dijo: Miráis las cosas según las apariencias. Si alguno está persuadido en sí mismo que es de Cristo esto también piense por sí mismo, que como él es de Cristo, así también nosotros somos de Cristo. (1Cor.10:7) Algunos veían a Pablo como un hombre carnal, pero quedó demostrado que las cosas que este realizó, sus principios-enseñanzas fueron dadas por el Espíritu,no por la carne.¡Cuán equivocado el juicio de los corintios!

Recuerda que eres inexcusable, oh hombre, quienquiera tú que juzgas, pues en lo que juzgas a otro, te condenas a tí mismo, porque tú que juzgas haces lo mismo. Jesús nos dice, ¿por qué miras la paja que está en el ojo del hermano y no echas de ver la viga que está en tu propio ojo? Una razón para esta pregunta es porque El sabe que somos dados a juzgar a los demás cuando tenemos cosas que arreglar en nosotros. Permite que Dios mismo saque la viga de tu ojo, para que puedas ver a los demás con la misericordia con que el Carpintero los ve. "No juzguéis segun las apariencias sino juzgad con justo juicio." (Juan 7:24)

El salmista decía que el ojo de Dios está sobre los que le temen; sobre los que esperan en su misericordia. Dios mira el corazón sufrido, y angustiado para manifestar amor. El llamado es que tus ojos miren lo recto y tu oración sea que Dios abra tus ojos y veas sus maravillas.

 

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