Estamos viviendo tiempos difíciles en los cuales muchos asuntos tienen perplejos y desorientados a los gobernantes por no poder dar con las soluciones que supongan un alivio a sus esfuerzos. Por más que tratan con las diferentes alternativas nada les resulta, convirtiéndose el panorama cada vez más imposible de resolver. Muchos se desaniman ante la avalancha de opositores quienes les responsabilizan por el caos, y otros han descuidado su responsabilidad de buscar el bienestar del pueblo para buscar el suyo propio, lucrándose a cuenta del pueblo y haciendo de la situación una que parece no acabar y mucho menos poderse solucionar. Se van unos y llegan otros y ninguno ha podido lograr un cambio para bien. Hasta que éstos personajes no entiendan que solo Dios puede, todo seguirá de mal en peor. Nos resta orar por ellos para que reconozcan sus propias limitaciones y el poder de Dios para convertir toda crisis y confusión en una bendición.

Dios compasivo:

Te pido extiendas tu misericordia a cada gobernante de cada nación y los muevas a reconocer que sin Ti será imposible que sus esfuerzos traigan los resultados que esperan en cada problema que intentan solucionar. Hazle ver que como cabeza de una nación deben ser los primeros en humillarse ante tu presencia y pedir perdón, tanto por el pueblo como por ellos mismos. Se dispongan a elevar su rostro al cielo y convertirse de sus malos caminos para que puedan ver hecha una realidad tu promesa de perdonar los pecados y sanar la tierra. Torna sus corazones a la piedad y honestidad para que cada nación viva quieta y reposadamente. Les alcance tu misericordia y puedan disfrutar del término de vida que les reste en esta tierra. En el nombre de Jesús, nuestro amante Salvador, por quien podemos llegar hasta Ti,  AMÉN.