Ateos
¡Cuántos hay que se resisten a creer en el Dios verdadero aún viendo las maravillas que de día en día se manifiestan ante sus ojos! ¡Cuántos se jactan de ser ateos negándose a sí mismos las bendiciones que Dios tiene para ellos! Estos personajes se consideran demasiado inteligentes para querer internalizar la necesidad de un ser supremo el cual no pueden, con su intelecto, entender o razonar. Se tienen por demasiado sabios, ignorando que lo que les ha envanecido es ... la necedad. Es el necio quien dice en su corazón que no hay Dios. Creyendo ser sabios, se hicieron necios. ¡Si solo supieran que el dios de este siglo es quien les ha cegado el entendimiento para que no les resplandezca la luz del Evangelio! ¡Si se dispusieran a entender que el principio de la sabiduría de la que tanto se jactan es ... el temor de Dios del que carecen! Dios misericordioso: Creo con convicción que no hay corazón, por endurecido que se encuentre, que tú no puedas tocar y cambiar completamente. Te imploro que te llegues hasta esos que se resisten a recibir tu amor y les dejes sentir la necesidad de Ti; que tu poder se manifieste en sus vidas de manera tal que tengan que creer que Tú eres el grande y soberano y Todopoderoso Dios. Revístelos de la humildad necesaria para que, postrados, tengan que reconocer que sin Ti nada son y nada pueden hacer. Alumbra sus tinieblas; quita el velo que les ha cegado hasta ahora y se conviertan al Señor sin reservas. En el nombre de Jesús, AMÉN. |
Salmo 19:1-2, Salmo 14:1, 2 Corintios 3:16, 4:4