Amor Eterno

Si tú sabes que te amo,
te protejo y te defiendo
"Soy Amor;" siempre lo he sido
nunca dejaré de serlo.

Soy tu Padre Celestial
por ti y por los tuyos velo;
aunque tú me seas infiel,
Yo siempre fiel permanezco.

¡Es tanto lo que te amo!
Nunca podrás comprenderlo
por eso me gozo en ti
cuando me dices: Te quiero.

Me agradas cuando me hablas,
cuando te tomas tu tiempo
para confiar en Mí
todo lo que llevas dentro.

Sigue confiando, espera,
sigue amándome y sirviendo;
son aquellos que me aman
los que llevarán el premio.

No temas, nunca desmayes;
Yo estoy contigo y te esfuerzo
pues el cielo es de valientes
y con valientes yo cuento.

Si sufres persecución
por causa del Evangelio
resiste todo temor
con el amor que es perfecto.

Recuerda, nunca lo olvides;
soy tu Padre y te defiendo;
te amo, te amaré siempre
nunca dejaré de hacerlo.

-- Zaida C. de Ramón --

 

Huye del Engaño

En mi afán por conocer
el porqué de los asuntos
es que logro comprender
los enredos de este mundo.

Enredos del ser humano
por obviar lo que es primero
cada día más se enlazan;
no quieren saber del cielo.

Si en lugar de en las tinieblas,
en la luz permanecieran
más felices vivirían,
libres, en paz, sin cadenas.

Al engaño y la mentira
echan mano sin reparo,
mas al final les espera
el dolor y el desengaño.

No conocen la pureza
que surge de la verdad,
prefieren vivir esclavos,
que amar la honestidad.

¡Cuánta tristeza produce
ver que son tantos los ciegos
caminando a la deriva
por no atender el consejo!

Mantengamos nuestros pasos
en la luz del Admirable,
clamando siempre al Señor:
“Que así como hizo conmigo
a esos también alcance.”

-- Zaida C. de Ramón --

 

Aprender

La vida es como una escuela,
donde estamos aprendiendo
lecciones, que aunque nos duelan,
es Dios quien está instruyendo.

Todos hemos de aprender
a esperar en el Señor.
Pararse y reconocer
que Él sabe hacerlo mejor.

Ejercitar la Paciencia,
que es necesaria en la vida
para entender la Clemencia
del Dios que sabio nos cuida.

Difícil asignatura ...
Mas a un cristiano veraz,
imprescindible y segura
para ser de utilidad.

Es Dios que nos capacita
para un servicio eficiente.
Él nos ama y necesita
forjar nuestra alma creyente.

A base de duras pruebas,
problemas y sufrimiento;
y así el carácter renueva
para un mejor rendimiento.

Y si nos falta entereza
cuando nos hace sufrir,
Él también nos da las fuerzas
para poder resistir.

Según el criterio nuestro,
sus métodos son muy raros ...
Pero Él es el gran Maestro
y al fin todo queda claro.

Su inmensa sabiduría
tiene un plan preconcebido,
que rectamente nos guía
a vivir como es debido.

Por eso, aunque estés sufriendo,
y aunque tus pruebas sean varias,
la Biblia sigue diciendo:
"LA PACIENCIA ES NECESARIA."

-- Daniel Nuño --

Todo lo que el hombre Sembrare

Cristiano: Examina bien
la realidad de tu vida.
No eres mejor que un infiel,
pero hay un Dios que te cuida.

Quieres contentar a Dios
con unas cuantas migajas
de tu ser, y tu Hacedor
quiere el total de tu alma.

No se da por satisfecho
con lo que ruin le ofreces
Él tiene pleno derecho
a todo lo que tú tienes.

No tus bienes ... Tu dinero
no le sirve para nada.
Hay algo en ti que es eterno
y eso es lo que a Él le agrada.

Tienes un alma inmortal,
que cuando tu cuerpo muera
Dios la tendrá que juzgar
porque es imperecedera.

Tú no le das importancia,
y es más, te es indiferente.
Mientras Él por rescatarla,
dio su Vida ... ¿Lo comprendes?

No te engañes. Sé juicioso ...
Tu tiempo aquí es pasajero.
Dale a Dios lo más hermoso,
que es tu corazón sincero.

Tu tiempo ... Tu dignidad ...
Tu obediente sumisión ...
Tu insegura voluntad ...
Entrégale el corazón.

Si en verdad sientes anhelo
de aprovechar bien tu vida,
mira a Dios; y rumbo al cielo
será por Él dirigida.

Sólo en manos del Señor
tu vida dará provecho,
y solo así el Creador
se sentirá satisfecho.

Busca el reino celestial,
como dice la Escritura.
Si anhelas felicidad,
tu Dios por sendas de Paz
lo hará por añadidura.

-- Daniel Nuño --

Un alma en Pena

Se oyen voces; gente grita
de diferentes maneras.
Una multitud demanda:
"Quiero que alguien me atienda".

¿No ven que soy soy importante?
¿No le interesa mi queja?
Necesario es que me oigan;
y se rompan mis cadenas.

¿No ven cómo estoy sufriendo
en estas llamas que queman?
¿No escuchan mis alaridos
de tantas formas diversas?

¿Cómo es posible que viendo
sigan como si no vieran?
No atienden mi sufrimiento;
tienen corazón de piedra.

Oyen todos mis lamentos;
tal parece que no oyeran
¿No ven que yo necesito
que resuelvan mi problema?

¿Dónde está el samaritano?
¿Dónde está la madre buena?
¿Habrá alguien ene ste sitio
que de mí se compadezca?

Me siento como en la cárcel
prisionero, con cadenas
¿Habrá acaso una esperanza?
Esperar, ¿valdrá la pena?

Es la triste condición
de aquel que con Dios no cuenta;
vivió su propia opinión
y estas son las consecuencias.

Para tí va mi consejo:
Aprende de esta experiencia;
Recibe a tu Salvador ...
Echa mano de la oferta.
JESUCRISTO que es la Luz ...
alumbrará tus tinieblas.

-- Zaida C. de Ramón --

 

Las dos Hermanas

Quiero compartir contigo
la historia de dos hermanas
se apreciaban mutuamente
y eran las dos muy amadas.

Huérfanas desde su infancia,
su abuelita las cuidaba;
las instruyó, aconsejó
¡Cuánto ella se esmeraba!

Las dos en un mismo ambiente,
las dos muy bien educadas
Pero ... ¡es triste decirlo!
Una necia ... la otra sabia.

Una atendía los consejos
y siempre los practicaba;
era dulce, muy sumisa,
obediente, humilde y mansa.

La otra era altanera,
a veces muy malcriada;
de aquello que le advertían
ella siempre se burlaba.

Siempre hacía lo que quería,
según su prudencia andaba;
la pobre no imaginó
la vida que le esperaba.

Al caminar de los años
cada cual en su jornada,
muy feliz era la sabia,
la necia muy desdichada.

Cada una cosechó
los frutos en abundancia
segaron lo que sembraron
¡Se cumplió así la Palabra!

No olvidemos esta historia,
aprendamos la enseñanza;
pues la historia se repite
y siempre habrá dos hermanas.

-- Zaida C. de Ramón --

Siempre Fiel

Permanece fiel a Dios;
nunca mires hacia atrás
Si sigues en pos de El,
El siempre te ayudará.

Si oyeres voces extrañas
que te quieran engañar
mantente firme, no dudes
no atiendas a los demás
pues la voz del Buen Pastor
nadie la puede imitar.

El conoce a sus ovejas
por nombre suele llamar
si tú conoces su voz
del extraño huirás.

Si en el redil permaneces
haciendo su voluntad,
de la mano del Pastor
nadie te arrebatará.

Si oyes su voz y le sigues
vida eterna tú tendrás
pues aquellas que son suyas
no perecerán jamás.

-- Zaida C. de Ramón --

Más que Vencedora

Aunque el mundo me aborrezca,
me persiga y me rechaze;
aunque trate con su astucia
de en sus redes enlazarme
seguro es que no podrá,
pues en la cruz ya venció
el Poderoso Gigante.

Mas que vencedora soy
por JESUS que me amó tanto
de El no me apartará
ni la angustia ni el quebranto.

A su lado siempre iré
bien asida de su mano
caminando por la senda
que para mí El ha trazado.

Camino de rectitud,
de verdad y perfección
mis ojos puestos en El
así llegaré a Sion.

Como la luz de la aurora
que en aumento siempre va
así es la senda del justo,
su día perfecto será.

Pido a Dios me santifique
todo mi ser por completo
sea guardada irreprensible
en espíritu, alma y cuerpo.

Estoy siempre muy gozosa;
oro siempre y sin cesar.
Doy gracias a Dios en todo
pues esa es su voluntad.

Y como el que me llamó
es fiel y siempre será
fue el que comenzó la obra
y El la perfeccionará.

-- Zaida C. de Ramón --

Amor Divino

Al verte en esa cruz por darme vida,
se confunde mi mente, Jesús mío.
¿Cómo dejaste gloria y señorío
por redimir un alma tan perdida?

Un amor como el Tuyo sin medida,
unido a tu bondad y poderío,
Te mueve con libérrimo albedrío
a salvarme de muerte con tu herida.

Canten otros del sol los resplandores,
la hermosura del alto firmamento,
la belleza del campo y de las flores.

Yo cantaré con admirable acento
Tu amor que es el amor de los amores,
sublime causa del mayor portento.

-- Carlos Araujo --

Verdades y Consejos

Todas las cosas están
en las manos del Señor;
inútil es nuestro afán;
mas, oremos con fervor.

El amor que a Dios se tiene
nos purifica y eleva.
Ese amor de Dios nos viene,
y por eso a Dios nos lleva.

Los trabajos y aflicciones
que soportes resignado,
se tornarán bendiciones
y santas consolaciones,
que harán dichoso tu estado.

Sea cualquiera tu deber,
cúmplelo con alegría,
pues Dios te quiso poner
donde pudieras tener
lo que más te convenía.

-- Carlos Araujo --

La Conciencia

¿No es verdad, queridos niños,
que al hacer una obra buena
nuestra alma se complace
se tranquiliza y se alegra?

¿No habéis también observado
que sentimos grande pena,
cuando hacemos una cosa
que la ley moral reprueba?

La mala acción nos aflige,
nos humilla y atormenta,
como si fuera carcoma
que por dentro nos royera.

La buena acción, al contrario,
de puro placer nos llena,
nos anima y estimula
a repetir obras buenas.

¿Por qué nos sucede esto?
- Porque tenemos conciencia.
Dios ha puesto en nuestra alma
un juez que con ley severa,
nos dice si hemos obrado
como el deber nos ordena;
es juez y también testigo
que nuestros actos observa,
y fiscal al mismo tiempo
que nos acusa y condena.

Ved cuán importantes cargos
cumple a la vez la conciencia;
y todo, porque Dios quiere
que nuestra conducta sea
ajustada a los preceptos
de su ley santa y eterna.

Dios, que es bondadoso y justo
nos hizo de tal manera
que se viesen en nosotros
sus cualidades excelsas.
Y es su voz, su voz divina,
la que en el alma resuena,
advirtiéndonos lo malo
para que evitarse pueda,
y mostrándonos lo bueno
para obrar como El desea.

El hombre indigno, malvado,
obra contra su conciencia;
mas no le tengáis envidia,
aunque dichoso parezca.
La maldad, tarde o temprano,
su justo castigo lleva;
y sólo será dichoso
quien de lo malo se aleja,
quien deplora sus pecados,
los aborrece y se enmienda,
aceptando a Jesucristo
por Salvador con fe plena.
Quien tal hace, tiene siempre
muy tranquila su conciencia.

-- Carlos Araujo --

Cristo, La Roca

¡Oh! Jesús, Señor amante;
Roca de la eternidad,
Pronto amparo al navegante
En el mar de adversidad.
Cuando náufrago me hundía
En profundo y negro mar,
En mi angustia yo decía,
¿Quién pudiérame salvar?
Y en mi lucha fiera y loca,
No quedando aliento en mí,
De refugio hallé la Roca,
Y a su amparo yo acudí.
Fue Jesús la Roca fuerte
Que en mi angustia me salvó;
El libróme de la muerte,
Y en su seno me acogió.
Mas la roca, ¡oh! portento,
Que en el mar mi amparo fue,
Es eterno fundamento,
Firme apoyo de la fe.
Ya las olas tan airadas
A mis pies no llegarán;
Mis angustias son pasadas,
Ha cesado el huracán.

Y tú, náufrago, que luchas
En tan fiero y hondo mar,
Tus angustias son ya muchas
Ven a Cristo a descansar.
Es del hombre lo falible"
Mas en Cristo el todo está;
El, la Roca inconmovible,
Por los siglos durará.

-- Arturo Borja Anderson --

 

 

 

 

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Por: Zaida C. de Ramón (2009)

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