NO
...
a la Murmuración
Creo
que, en términos generales, no se tiene claro lo que es
la murmuración y lo que esto supone, tanto en nuestra
relación con Dios como con el prójimo. Muchos se creen
con el derecho y la autoridad de hacer sus comentarios
sobre otras personas, denigrando, menospreciando y hasta
calumniando, con una tranquilidad pasmosa; pero ellos
mismos, no quieren admitir que a tal acción sin
misericordia Dios le llama el pecado de la murmuración,
el cual tiene graves consecuencias.
Cuando
se toca a una persona para hablar mal sobre ella, está
saliendo a relucir la falta de integridad y de amor de
aquel que murmura. El que se respeta y se estima a sí
mismo considera a los demás en esa misma dimensión.
Recurre a ese mal y feo hábito el que se tiene en poca
estima, y juzga y condena, acarreando para sí mismo(a)
condenación.
Es la murmuración la plaga de
los grupos y la que ataca en forma directa la unidad de
los mismos; sea en la familia, en el trabajo, en el
vecindario, en las diferentes organizaciones, y hasta en
la iglesia. ¡Tenga Dios misericordia y a tiempo
redarguya a todo aquel que usa su lengua para hablar de
los demás lo que no debe.!
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Santiago
4:11-12
Hermanos,
NO murmuréis los unos de los otros.
El que murmura del hermano y juzga a su hermano,
murmura de la ley y juzga a la ley; pero
si tú juzgas a la ley, no eres hacedor de la ley, sino juez.
Uno solo es
el dador de la ley, que puede salvar y perder;
pero tú, ¿quién eres para que juzgues a otro?
Mateo
7:2-3,5
Porque con el
juicio con que juzgáis, seréis juzgados,
y con la medida con que medís, os será medido.
¿Y
por qué miras la paja que está en el ojo de tu hermano,
y no echas de ver la viga que está en tu propio ojo?
¡Hipócrita!
saca primero la viga de tu propio ojo, y entonces
verás bien para sacar la paja del ojo de tu hermano.
Santiago 5:9
Hermanos, no os quejéis
unos contra otros, para que no
seáis condenados; he aquí, el juez está delante de la puerta.
Santiago 3:5
... La lengua es un miembro
pequeño, pero se jacta de grandes cosas.
He aquí, ¡Cuán grande bosque enciende un pequeño fuego!
Proverbios
18:20-21
Del fruto de la
boca del hombre se llenará su vientre;
se saciará del producto de sus labios.
La
muerte y la vida están en poder de la lengua,
y el que la ama comerá de sus frutos.
Filipenses
2:14-16
Haced todo sin
murmuraciones y contiendas, para que seáis
irreprensibles y sencillos, hijos de Dios sin mancha en medio
de una generación maligna y
perversa, en medio de la cual
resplandecéis como luminares en el
mundo;
Asidos
de la palabra de vida, para que en el día de Cristo yo pueda
gloriarme de que no he corrido en vano, ni en vano he trabajado.
1 Corintios
10:10-12
No murmuréis, como algunos
murmuraron,
y perecieron por el destructor.
Y
estas cosas les acontecieron como ejemplo,
y están escritas para amonestarnos a nosotros,
a quienes han alcanzado los fines de los
siglos.
Así
que, el que piensa estar firme, mire que no caiga.
Proverbios
10:19
En las muchas
palabras no falta pecado;
mas el que refrena sus labios es prudente.
Proverbios
11:9
El hipócrita con la boca
daña a su prójimo;
mas los justos son librados con la sabiduría.
Proverbios
11:12-13
El que carece de
entendimiento menosprecia a su prójimo;
mas el hombre prudente calla.
El que anda
en chismes descubre el secreto;
mas el de espíritu fiel lo guarda todo.
Proverbios
20:19
El que anda en chismes
descubre el secreto;
no te entremetas, pues, con el suelto de lengua.
Proverbios
8:13
El temor del Señor es
aborrecer el mal; la soberbia y la
arrogancia, el mal camino, y la boca perversa, aborrezco.
Proverbios
13:3
El que guarda su
boca guarda su alma; mas
el que mucho abre sus labios tendrá calamidad.
Proverbios
16:23, 28
El corazón del
sabio hace prudente su boca,
y añade gracia a sus labios.
El hombre
perverso levanta contienda y
el chismoso aparta a los mejores amigos.
Proverbios
17:20
El perverso
de corazón nunca hallará el bien, y
el que revuelve con su lengua caerá en el mal.
Gálatas 6:7
No os engañéis; Dios no
puede ser burlado:
Pues todo lo que el hombre sembrare, eso también segará.
Mateo
12:36-37
Mas
yo os
digo que de toda palabra ociosa que hablen
los hombres, de ella darán cuenta en el día del
juicio.
Porque
por tus palabras serás justificado, y por
tus
palabras serás condenado.
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