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ARCHIVO de Realidades 2006
Traigo a la consideración la muy esperada y tradicional celebración anual que la sociedad suele llamar, Navidad, y que muchos esperan cada año con grande anhelo y ansiedad… el bálsamo a sus males, para algunos, y el escape momentáneo de las múltiples batallas que suelen enfrentar en su diario vivir, para otros. De muchas maneras se ha distorsionado lo que este histórico y hermoso evento simboliza, lo que nos lleva a concluir que, estando la tierra llena de la gloria de Dios, muchos prefieren permanecer ciegos y en tinieblas, adornando sus casas con luces resplandecientes y esplendorosas, pero despreciando la Luz que vino a alumbrar sus corazones. Cada día vemos cómo la salud mental, emocional y espiritual de muchos se va deteriorando, manifestándose los síntomas de maneras diversas; un síndrome cuya causa no es otra que la falta de Cristo y el Amor de Dios en el corazón. La celebración de la navidad no está exenta sino, por el contrario, muy plagada de emociones y pasiones de diferentes naturalezas, buscando la humanidad llenar, a como dé lugar, el vacío interno que, sintiéndolo en lo más profundo de su alma, prefieren ignorar. ¿Cuántos recurren a cosas materiales, a favores y buenas obras, o a pasiones y afectos, intentando demostrar que aman? Pero, los tales no están dispuestos a darse a sí mismos, por nada ni por nadie. Su “amor” consiste en dar cuando hay garantía de que por ello, algo han de recibir a cambio, aunque sea: Gracias; un amor condicionado a satisfacer sus propios egocéntricos intereses. Dios no dio algo; Él se dio a Sí mismo, y espera que tú y yo hagamos lo mismo. La venida del Hijo de Dios al mundo no tuvo otro propósito que mostrar a todos los humanos, ¡Cuánto Dios nos AMA! En una palabra se resume el significado real y verdadero de la Navidad: AMOR ¿Sabes qué? Es esa corta palabra de cuatro letras, la mayor virtud y el más valioso don jamás manifestado y lo cual describe, en su más amplia definición, lo que es… la Navidad. Y triste decirlo, pero, es el ingrediente de lo cual carece gran parte de la humanidad por no haber conocido a Jesús, la fuente de ese amor, razón por la cual la sociedad está de la forma y manera en que está. Si preguntas -¿Cómo está?, Yo te contestaría, -¡Tú sabes cómo está! Permite que esta Navidad sea única, especial y diferente, abriendo, no solo la puerta de tu casa para socializar con tus conocidos, sino ensanchando la puerta de tu corazón para comenzar la relación más valiosa e importante de todas las que has tenido, una amistad con Jesús: la Razón de la Navidad. Resta entonces, no solo comprender el misterio del Amor de Dios, revelado a tantos, sino también, Recibirlo. “En esto consiste el amor: no en que nosotros hayamos amado a Dios, sino en que Él nos amó a nosotros, y envió a su Hijo en propiciación por nuestros pecados.” 1 Juan 4:10
“No debáis a nadie nada, sino el amaros unos a otros; porque el que ama al prójimo, ha cumplido la ley. Porque: No adulterarás, no matarás, no hurtarás, no dirás falso testimonio, no codiciarás, y cualquier otro mandamiento, en esta sentencia se resume: Amarás a tu prójimo como a ti mismo. El amor no hace mal al prójimo;
"Y ahora permanecen la Fe, la Esperanza y el Amor Por: Zaida C. de Ramón Diciembre 2006
¡Cuán bienaventurados somos los hijos de Dios! ¡Qué hermoso saber que el Dios del Universo y el Creador de todo lo creado es por nosotros y está en nosotros! ¡Cuánto nos regocija el tener la certeza de que el Dios que predicamos vive y es real! Podemos ver cómo se manifiesta a nuestras vidas y toma control de todos nuestros asuntos cuando se lo permitimos. Vivimos la realidad de ver cómo nuestras circunstancias, aún las más adversas, son convertidas en bendición, cuando confiamos. Clamamos unánimes al Dios del cielo para que se revele a aquellos que aún permanecen en tinieblas y puedan éstos también disfrutar de las bendiciones que, a través de Jesús, Dios tiene para ellos. Es esta relación la que Dios dispuso para todos, pero, desgraciadamente, no todos la consideran. El humanismo ha alcanzado un arraigo tan profundo en la mente de tantos que, hay quienes se consideran tan grandes, poderosos y autosuficientes como Dios mismo. Con su boca invocan su nombre pero con sus hechos lo niegan. ¡Ay de aquel que olvida de dónde vino e ignora hacia donde va! Todos somos testigos de los tristes acontecimientos que están ocurriendo en cada uno de los países, tanto en el gobierno como en la sociedad en general incluyendo las Iglesias; cosas, algunas de las cuales, jamás por nuestra mente pasó que veríamos. ¡Todavía hay quien pone sus esperanzas en el gobierno y en otras autoridades, aún cuando por años han estado observando la incapacidad de éstos para cambiar el rumbo de las cosas, para bien! Ante tal crisis mundial, viendo los esfuerzos inútiles de los que intentan buscar soluciones, y observando la indiferencia de mucha sociedad, nos resta encomendar una vez más cada vida a la misericordia divina para que a tiempo se aperciban de que solo Dios tiene el poder de hacer la diferencia, no a nivel colectivo ya que Él no se contradice a sí mismo , pero sí, a nivel personal. “Es hora de alabar a Dios, es hora de glorificarle, es hora de decirle: Te amo. Es hora de invocar su nombre.” Así dice la canción… palabras que resaltan, cual mandato obligado, constituyéndose en la salida o escape ante la vorágine que supone el mover de la sociedad en las diferentes naciones, incluyendo la nuestra. Es hora de considerar el refugio seguro y escapar cada cual por su vida. Se acabó el Ay bendito!!! como decimos en PR, queriendo significar que nada ni nadie en esta tierra podrá impedir que lo que está escrito se cumpla. Solamente aquellos que se dispongan a entrar al Arca de la salvación, JESÚS, podrán escapar y encontrar la seguridad que Dios ha prometido a los que le reciban como Salvador y Señor de sus vidas... "Creyendo en el corazón para justicia y confesándolo con la boca para salvación". Rom. 10:9-10. Haz como el águila, que vuela a las alturas, sólo, buscando su refugio donde sabe que ha de encontrarlo, no así los cuervos que vuelan en bandadas, haciendo de los que le acompañan... su seguridad. Por: Zaida C. de Ramón Noviembre 2006
Es interesante ver cómo nuestro Dios, que vive y es real, se nos manifiesta cuando reconocemos la necesidad de su dirección y guianza. Me he impuesto añadir cada mes un artículo en esta sección y no comienzo a escribirlo, hasta que sienta, de parte del Señor, su inspiración. Cuando advierto que mi corazón quiere tomar las riendas para llevarme a plasmar en esta Página, o cualquier otra, lo que quiera salir de mí, lo ignoro y postpongo la labor hasta que tenga la convicción de que el tema a desarrollar viene de lo alto. De esa manera, tanto mi persona como el que lee, somos edificados/as para la gloria del Señor que lo inspiró. Divagaba sobre el asunto y pedía al Señor que hiciera como siempre ha hecho, que me mostrara la temática a elaborar en esta ocasión. Pensando en las circunstancias que estamos viviendo en nuestro país y la falta de amor que, cual señal apocalíptica, se está manifestando como nunca, me vino una idea que me conmovió. Ver a congéneres atacándose unos a otros, tramando unos contra otros, maquinando y planificando el mal hacia el prójimo, insultando, difamando y maldiciendo sin temor alguno, tomando ventaja con tretas y engaño para salirse con la suya, dejándose llevar por bajas pasiones, cual animal irracional que no siente ni padece por el daño ocasionado a sus iguales……. Una mezcla de sentimientos afloraron en el momento: lástima, compasión, indignación, carga por los de mi nación, preocupación por los desvalidos, los inocentes, los débiles, las víctimas de la maldad, etc.… y, cual sentencia como salida del monte Sinaí, vino a mi mente: -“Lo que no sabe el sagaz que se mueve en las tinieblas, el maltratante, y todo aquel que hace mal a otro a sabiendas de lo que está haciendo, es que… en este mundo, tarde o temprano, a la larga o a la corta, en el momento más inesperado… EL QUE LA HACE, LA PAGA.” Esto es un dicho popular sacado de la misma Biblia, la Palabra de Dios… “Déjenlo a la ira de Dios, porque escrito está: Mía es la venganza, yo pagaré dice el Señor." Romanos 12:19 Habiendo pensado en temas más amenos y alentadores, me sorprendí al dar consideración a éste, pero, como Dios confirma cuando intentamos resistirnos, llegó en ese momento un testimonio a una de mis Páginas en esos mismos términos. No deseaba esta persona que escribió, el mal para nadie, por el contrario, estaba reconociendo las consecuencias que había tenido que enfrentar por, en un momento en su vida, haber tomado ventaja de alguien para beneficio propio. Se puede aprender de los errores si se sale uno/a del empeño de negarlos o justificarlos. Dice sobre esto D. Pfizer: "Las personas que reconocen sus equivocaciones llegan más lejos que las que se afanan por tratar de probar que están en lo correcto." Se puede engañar a los hombres pero, no a Dios. "El que encubre sus pecados no prosperará; mas el que los confiesa y se aparta alcanzará misericordia." Proverbios 28:13 Detrás de todo este esquema de ignorancia, impiedad, falta de amor y de temor a Dios está el maquinador por excelencia, el que no se cansa de oprimir las mentes para llevar a la humanidad a la perdición. “El ladrón no viene sino para hurtar y matar y destruir; Yo he venido para que tengan vida, y para que la tengan en abundancia.” Juan 10:10. Oremos por nuestras naciones, reclamando cada vida para el Señor, con poder y autoridad; atando todo espíritu de iniquidad y desatando espíritu de arrepentimiento, humillación y fe en Jesucristo. Clamemos por un avivamiento que arrase con todas las huestes de maldad que pretenden enseñorearse de las almas que viven a la deriva, sin Dios y sin esperanza. ¡Cuán grande es el AMOR de Dios para con todos y cuánto entristece el saber que no todos lo quieren recibir! ¡Cuántos ciegos espirituales no pueden ver que la tierra está llena de Su Gloria! Nosotros/as, tú y yo, y todo el que se allegue a esta Página, confesemos cada día con certeza y plena convicción, ¡Cuánto Dios nos AMA! Por tanto, …… “No nos cansemos, pues, de hacer bien; porque "Considera al íntegro, y mira al justo; porque Dijo alguien en una ocasión: "La única cosa necesaria para que triunfe el mal es que los que se llaman cristianos no hagan nada." "...Es tiempo de que el juicio comience por la casa de Dios; y si primero comienza por nosotros, ¿cuál será el fin de aquellos que no obedecen al evangelio de Dios. Y, si el justo con dificultad se salva, ¿en dónde aparecerá el impío y el pecador? De modo que los que padecen según la voluntad de Dios, encomienden sus almas al Fiel Creador, y hagan el bien." 1Pedro 4:17-19. Por: Zaida C. de Ramón Octubre 2006
¿Por qué? -¡Te preguntarás! No es Navidad, ni ha comenzado el Nuevo Año; no celebras tu cumpleaños, ni tu aniversario de bodas; hoy no te has convertido en papá o mamá, tampoco has ingresado al club de los abuelos; no has sido ascendido/a en el empleo, ni has comenzado tus vacaciones; no has obtenido diploma por obtener grado alguno, tampoco has recibido una herencia, ni has comenzado tu retiro con $3 millones que aseguren tu bienestar económico; ni siquiera has cambiado de residencia… Recibí un correo electrónico el cual encierra un mensaje de lo más original y que cumple a cabalidad el propósito para el cual fue diseñado. Su título: FELICIDADES. Me gustó mucho porque, al igual que yo, es “anti-tradición”, o sea, que cualquier día es bueno para regalar, felicitar, hacer reconocimientos, celebrar, etc., sin que sea una ocasión que la tradición haya marcado como especial, pues, creemos que cada día lo es. ¿Cuántas bendiciones, bondades y cuántos beneficios y privilegios hemos recibido durante toda nuestra existencia? Cada día ha debido ser una celebración, pues estoy segura, de que, aún en medio de las dificultades que hayamos tenido que enfrentar, las bendiciones han sobrepasado en número, por lo que somos realmente dichosos/as y bienaventurados/as. Entonces, recibimos con mucho agrado, las felicitaciones, las cuales devolvemos en agradecimiento al Dador de toda buena dádiva… el Dios del Cielo y Tierra: nuestro Creador, Proveedor, Protector, Sanador, Consolador, Guiador, Instructor, y sobre todo eso… nuestro Salvador. Pude haber pospuesto la elaboración de este pensamiento para el mes de noviembre, mes en que el mundo dedica un (1) día para dar gracias a Dios. Pero… como creo firmemente que debo hacerlo cada día, deseo exhortarte a que tú también lo hagas, cosa de que tú también comiences a disfrutar del bienestar que resulta del ser agradecido/a. “Dad gracias en todo, porque esta es la voluntad de Dios …” 1 Tesalonicenses 5:18 Un arcoiris en el firmamento nos embeleza e impresiona a tal grado que, en ocasiones, nos provoca a derramar lágrimas de emoción ante tan sublime escenario. Al concentrar nuestra atención en admirar la hermosa naturaleza que encontramos a nuestro paso, obra del más sabio Arquitecto, no podemos menos que agradecer a Dios su gran amor para con cada uno de sus hijos y de sus hijas por todo lo que creó para que nos gocemos en ello. Dije: “hijos e hijas”… Cuando solamente se existe, falta la sensibilidad para disfrutar de aquello que se considera normal, ordinario, natural, habitual, común y corriente. Pero, cuando llegamos a ser hijos e hijas del Dios de amor, comenzamos a disfrutar de todo lo que, antes, pasaba por nuestra vida sin pena ni gloria, completamente desapercibido, pero que ahora cautiva todo nuestro ser, porque lo que para otros es común, para los hijos/as de Dios es… Especial. Recibe mis FELICITACIONES… por: la vida, la salud, tu familia, tus hijos e hijas, si los tienes, por tu matrimonio, si eres casado/a, los alimentos que nutren tu cuerpo, el techo que te cobija, los talentos y habilidades, la sabiduría e inteligencia, la provisión diaria para tus necesidades, la fortaleza y consuelo en los momentos de necesidad, tener a Alguien en quien puedes confiar, y lo más valioso, la salvación de tu alma… y todo, por gracia, sin que hayas pagado en forma alguna, para merecerlo. Ah… y por pensar en aquellos que aún no han podido reconocer las muchas bendiciones que sobre ellos han sido derramadas y las que aún están por recibir. Comienza a ver la bondad y el amor de Dios en todo y en todos… en lo grande y lo pequeño, lo importante y lo insignificante, lo fácil y lo difícil, lo agradable y lo que pudiera parecer desagradable… haciendo de tu entorno el más llevadero, placentero y deleitable, tanto para ti como para aquellos que te rodean, y viendo cada día como el más hermoso y digno de recordarte lo agraciado o agraciada que eres. Cada día al levantarte, y cada noche al acostarte, dite a ti mismo/a: “FELICIDADES… por tanta bendición que, sin merecer, he recibido. No me falta nada; porque tengo a Cristo, lo tengo TODO.” Por: Zaida C. de Ramón Septiembre 2006
¿Cuántas personas han vivido años esclavizadas al rencor, resentimiento, amargura, etc. por no propiciar un diálogo que podría liberarle para siempre de ese lastre? ¿Cuántos/as habrán pasado toda una vida creyendo la mentira que alguien le llevó en un momento dado, y en vez de inquirir sobre el asunto con la persona indicada, prefirió odiar y buscar la manera de vengarse, dejándose así engañar por el enemigo de las almas? ¿Tienes algo contra alguien, con razón o sin ella? No permitas que ese sentimiento te enferme y te destruya; descubre la senda que conduce al bienestar y a la sanidad interior, inquiriendo y hablando lo que por mucho tiempo has estado guardando, con quien tienes que hacerlo. Si te dispones a dar el paso en ánimo de sinceridad y transparencia, ten por seguro, que eso mismo recibirás. ¿Cuántos hogares sucumben cuando, en vez de establecer una comunicación sincera para resolver sus conflictos, prefieren erigir barreras que estropean para siempre la relación, afectándose malamente todos los involucrados? ¿Cuántas familias se distancian por años por no buscar el momento oportuno para resolver sus diferencias, y/o perdonarse mutuamente sus ofensas… hablando? “El odio despierta rencillas; pero el amor cubrirá todas las faltas.” Proverbios 10:12 El o la que prefiere guardar distancia antes que disponer su corazón a un entendimiento razonable con el que pudiera considerar su adversario, sea quien sea, no tiene una idea del daño que se está infligiendo a sí mismo/a. Todo su ser es afectado: espíritu, alma y cuerpo, aquello que nos demanda a todos el Señor, que sea guardado irreprensible… ¿Te encuentras tú en ese laberinto, en esa esclavitud impuesta por ti mismo/a, impidiendo el que puedas disfrutar de una vida plena, sin ataduras de clase alguna? Deja hoy de maldecir y comienza a "biendecir" a quien o quienes, por sabe Dios cuánto tiempo, les has constituido en tus enemigos. Toma hoy la decisión de liberarte de ese yugo que, por años, has estado llevando sin razón. De ti depende; en tus manos está la salida. Habla, dialoga, comunica tu malestar con quien es debido y vivirás la satisfacción y bendición que tu alma ha estado anhelando. “¿Quién es el hombre que desea vida, que desea muchos días para ver el bien? Por: Zaida C. de Ramón Agosto 2006
Tú y sólo tú, eres responsable de tus actos y forjador/a de tu futuro y tu… destino. Si así no fuera, ¿qué pensaríamos del Creador, quien nos dio el libre albedrío? A nada ni a nadie podrás culpar de tus equivocaciones, errores y malas decisiones y, por ende, de las consecuencias que le siguen, aunque tu corazón intente justificar tus estilos atribuyendo a otros la responsabilidad que solo a ti compete. Esta aseveración lo incluye todo, hasta… la salvación del alma. Te salvas o te condenas porque así lo has decidido. Ante Dios, por esto y por todo, no hay justificación que valga. Te enfrentarás a Él un día para darle cuenta por TUS actos, no para juzgar a los demás. Muchos piensan que su futuro está escrito y determinado, optando, ante esta engañosa y cómoda idea, por dar rienda suelta a todo lo que se le antoja… la entronización del ego a la máxima potencia. “No importa lo que haga... lo que será, será. -Come, bebe, disfruta, deléitate, haz todo lo que desees hacer porque… algún día, morirás.” La muerte, según su criterio, es… el eterno descanso, que recibirán después de cansarse de dar gusto a sus pasiones. Para los que así piensan, de ahí en adelante lo que le espera, sí, es eterno, pero se asombrarán al descubrir que el descanso brilla por su ausencia; pasarán la eternidad tratando de alcanzarlo y jamás lo lograrán. Pudiendo disfrutar de la vida abundante que Jesús le ofreció, prefirieron malgastar su existencia según los manejó… su propio corazón. Otra vez cito uno de mis versos preferidos; reitero su importancia, su profundidad y la necesidad de recibir de parte de Dios, la revelación de la sabiduría y la enseñanza que esta porción bíblica encierra: “Engañoso es el corazón más que todas las cosas, y perverso; ¿quién lo conocerá?” Jer. 17:9 No te engañes a ti mismo/a permitiendo que el corazón te marque el sendero por donde has de caminar. Hay camino que al hombre le parece derecho; pero su fin es camino de muerte." Prov.14:12. Echa mano hoy, del principio de la sabiduría, que es el temor de Dios, y decide cambiar de rumbo poniendo tu futuro en las manos del Señor. Te estarás dando a ti mismo/a la oportunidad y garantía de una vida plena, hermosa y placentera, desde ahora y por toda la eternidad. Fíate del Señor de todo tu corazón, Reconócelo en todos tus caminos, No seas sabio en tu propia opinión; porque será medicina a tu cuerpo, y Por: Zaida C. de Ramón Julio 2006
“Y sabemos que a los que aman a Dios, todas las cosas les ayudan a bien, esto es, a los que conforme a su propósito han sido llamados.” Romanos 8:28 Desde que conozco la Biblia, éste verso de la Carta de Pablo a los Romanos, ha sido uno de mis favoritos; lo he sembrado en mi corazón y he visto esa semilla germinar y crecer hasta segar sus frutos. Simple y sencillamente, porque Dios tiene el poder de convertir todas las cosas, todos los asuntos, todas las circunstancias, por difíciles que parezcan ... en bendición. He aprendido que, aunque no vea cambio en el panorama, la mano de Dios está haciendo, está obrando, se está moviendo. Esa certeza hace que la preocupación que pueda haberse producido por causa del problema... desaparezca, dando paso a un gozo especial, único, inefable. ¡Cuán dulces son a mi paladar tus palabras! Más que la miel a mi boca. Salmo 119:103 ¿Quién no se ha visto inmerso/a en circunstancias, a veces, hasta incomprensibles, cuestionándose, inquiriendo, quejándose, e intentando por sus propios medios resolver la situación a como dé lugar? Casi siempre los esfuerzos son infructuosos; no damos con la solución perfecta y permanente. Se recurre a la oración en la esperanza de que pronto hemos de ver la salida, y pasan horas, días, meses y años, y la situación, no solamente permanece estática e inamovible, sino que, en ocasiones, se torna más severa, difícil e insoportable. La fe se tambalea, la duda e incredulidad hacen su entrada, la ansiedad comienza a despertar las pasiones, convirtiendo el problema en una verdadera crisis… sin razón, sin fundamento… por no reconocer a tiempo que, en nosotros mismos no hay poder; somos insuficientes e impotentes. El único Grande y Todopoderoso y quien tiene en sus manos la solución verdadera a cualquier problema, sea de la naturaleza que sea, es el Dios de los Ejércitos, quien pelea por nosotros y quien no ha perdido una sola batalla. Cuando aprendemos a ver la mano de Dios tomando control de todos nuestros asuntos, moverse en cada situación aún cuando nuestros ojos nos dicen que nada está ocurriendo porque no lo estamos viendo; cuando creemos que en cada situación Dios está haciendo y deshaciendo y poniendo cada pieza en el lugar apropiado, aunque no veamos en el momento los resultados que estamos esperando… es entonces cuando la carga se levanta; se va el temor, y la preocupación y la ansiedad desaparecen; se hace la calma y viene la bonanza; y el gozo que resulta de creer a Dios y confiar en Él hace su entrada triunfal a nuestros corazones tornando la situación en una hermosa y dulce bendición. No es una utopía, ni es misticismo, ni me estoy valiendo de hipérbole alguna… Así es que Dios obra cuando confiamos en Él; esa es la realidad. Cuando el Faraón, junto a su ejército de egipcios, perseguía a los israelitas ... 1- Moisés extendió su mano sobre el mar 2- Dios hizo que el mar se retirase por recio viento durante toda la noche 3- Se volvió el mar en seco y las aguas quedaron divididas Entonces los hijos de Israel entraron por en medio del mar, en seco, teniendo las aguas como muro a su derecha y su izquierda, no así lo egipcios, quienes fueron sepultados todos, sin quedar ni uno, en el mismo mar que se abrió y secó para salvar Dios a los suyos. Exodo 14 Es ese el mismo proceso que se lleva a cabo en cada asunto puesto en las manos del Señor. Dios no cambia; Él es el mismo ayer y hoy y por siempre. 1- Hacemos nuestra parte ejercitando la fe; confiamos y esperamos. 2- Dios comienza a obrar conforme a su propósito para Él glorificarse en un proceso que apenas percibimos, pero cierto y eficaz. 3- Se dan los resultados. En el caso de Moisés y los Israelitas, Dios obró durante toda la noche para dar a los suyos la victoria esperada, y en el caso tuyo o mío, Dios también mueve su mano y hace su obra durante toda tu noche y/o la mía… aunque no le veamos. ¿Amas a Dios? Aprende a ver su mano moverse en todos tus asuntos y podrás vivir la realidad de que TODAS las cosas te ayudan para bien, por difícil que parezcan. Permite que cada dificultad en tu vida se convierta en bendición… Echarás de tu corazón toda preocupación y comenzarás a disfrutar de la alegría. ¿Lo crees? Inténtalo; haz la prueba y te asombrarás cuando empieces a disfrutar de la paz y el gozo que resulta de creer que Dios tiene TODO bajo su control. “De día mandará el Señor su misericordia y de noche su cántico estará conmigo” Salmo 42:8 Por: Zaida C. de Ramón Junio 2006
“Bendeciré al Señor en todo tiempo, su alabanza en mi boca estará;
Así dice el corito sacado del Salmo 34… cuyo mensaje nos eleva y transporta de la vorágine creada por el hombre en esta tierra, al reposo y bienestar que supone el hallar, en medio de la tormenta, un refugio. Dice el salmista David en otra de sus inspiraciones… ¡Quién me diese alas como de paloma! Volaría yo, y descansaría. David termina el salmo invocando el nombre de su Dios y diciendo: “Pero yo en Ti confiaré …” Los acontecimientos de diversas naturalezas en las diferentes naciones, han hecho que muchos, cansados de tanta polémica, desempleo, corrupción, violencia, inmoralidad, falta de seguridad, etc., alcen vuelo y emigren a otros lugares, huyendo de aquello que, directa o indirectamente les afecta y que no está en sus manos el poder resolverlo. Pero, ¿Qué garantía hay de que allí donde se quieren refugiar, no han de encontrarse con algo similar o peor? ¡Cuántos mejicanos, dominicanos, cubanos, puertorriqueños, por mencionar algunos, deciden huir de su país arriesgando muchos, aún la vida, en la esperanza de que les aguarda una vida más llevadera y un futuro más seguro y alentador! ¡Cuántas parejas, al enfrentar desavenencias en su matrimonio deciden, aún teniendo hijos, recurrir al divorcio con la idea de que tiene que haber otra persona en el mundo que les llene de felicidad! ¡Cuántos hijos insatisfechos con el ambiente familiar en que viven, se refugian en los vicios, en el placer y en las malas relaciones! ¡Cuántas jovencitas, hastiadas del mal trato o de las contínuas cantaletas de sus padres, toman un día la “brillante” idea de huir de su hogar con el primero que le ofrezca villas y castillos y muuuucho amor! Todos hemos vivido momentos en que nos hemos visto al borde de tomar decisiones ante circunstancias que pretenden obligarnos a cambiar de panorama. Pero, ¿Quién te asegura a ti que huyendo del león no te va a salir al paso un oso furioso? En otras palabras, ¿Qué garantía hay de que el cambio que tu alma anhela va a hacerse una realidad y no una pesadilla peor que aquella de la que quieres huir? Favorezco la necesidad de tomar decisiones, pero no buscando un escape incierto y sin garantía fundamentado en la pasión y no en la razón. Nuestro país, PR, está pasando por una crisis sin precedentes, no solamente por causa de la guerra gubernamental la cual tiene en estos momentos a más de 100,000 empleados cesanteados y municipios paralizados, sino también, por uso y costumbre de una cultura que ha ido en deterioro y en retroceso acabando con lo que todavía queda de civilización, moral, respeto y búsqueda de verdadero progreso. En medio del caos del gobierno en donde impera la violencia manifestada en varias formas, la falta de interés por la concordia en algunos, la pre-potencia en otros, los intereses personales y el deseo desmedido de protagonismo, también vemos a una sociedad maltrecha y sin el menor interés de negociar cada cual con sí mismo, para hacer que la balanza de su vida se incline hacia el lado que suponga más bendiciones. Todos, de un lado y de otro, intentan adelantar su causa mediante la fuerza física, intelectual y hasta religiosa. En medio de la batalla, de la escasez, de la indignación, del malestar… busquemos entender el mensaje que, a través de las circunstancias, Dios nos está gritando. Son esos los momentos que nos empujan a hacer una parada para que elevemos los ojos al cielo, agudicemos los oidos y nos dispongamos a escuchar lo que Dios está tratando de decirnos, el mensaje que tiempo atrás nos ha querido impartir. ¡No nos resistamos ante aquello que puede significar la salida al final del túnel! Es crítico e interesante el tiempo que nos ha tocado vivir, pero, depende de cada cual, sacar el mejor provecho del mismo, convirtiéndole en una oportunidad que contribuya al enriquecimiento emocional, físico y espiritual de cada una de nuestras vidas, conduciéndonos al refugio seguro. Jesús: mi escondedero, mi torre fuerte, mi castillo, mi fortaleza, mi luz, mi salvación, mi alto refugio… puede y quiere ser también…. El tuyo. Es hora de decir: “Señor, toma mi mano y guíame a puerto seguro. ¡Oh, Dios, en ti confiaré!” Por: Zaida C. de Ramón Mayo 2006
El daño que puede hacerse a sí misma una persona cuyo corazón ha sido marcado por ciertas experiencias, es… incalculable. Por no realizar que el lastre que le ha llevado a tal tenebroso laberinto pudo haber sido provocado por ella misma con su comportamiento, permite que sus pasiones le manejen, engendrándose en su interior lo que es característico en estos casos… el síndrome de la obsesión. Hay una historia que encierra una lección digna de aprender, la cual demuestra las consecuencias a las que se puede enfrentar cualquiera que, por considerarse víctima, se niega a estar en paz con Dios y con sí misma, por no querer perdonar a aquellos a quienes considera sus adversarios. Como solamente mira su lado de la historia, ha permitido que su versión personalísima del asunto, la posesione, al grado de no poder advertir el daño que se está auto-infligiendo y contaminando a aquellos que ha hecho sus aliados y colaboradores en el esquema que su corazón enfermo ha diseñado, buscando inútilmente de aliviar su pesar. "Sobre toda cosa guardada, guarda tu corazón, porque de él mana la vida.” Proverbios 4:23 Ana, una niña de trece años, como siempre solía hacer cuando Lucas se le acercaba, la emprendió con él sin razón alguna, echándolo al suelo de un empujón. Al no poder desquitarse con ella por ésta salir huyendo, Lucas permitió que sus pasiones lo dominaran, arrebatando de los brazos de Danny, hermano menor de Ana, un gatito que éste acariciaba con ternura; tomó el animalito y, moviéndose hacia el borde de un precipicio, quiso atemorizar a Danny, haciéndole creer que lo iba a tirar por el barranco. Danny, de 6 años, al tratar de evitar que Lucas lograra su propósito, intentó quitárselo, cayendo él al precipicio y partiéndose una pierna, siendo, después de un largo tiempo de recuperación, sentenciado, a caminar con muletas por toda la vida. Este incidente abonó a la antipatía que ya Ana sentía hacia Lucas, provocando en ella un odio y una sed de venganza tal que le comenzó a consumir. Esa experiencia se convirtió en el motor de su vida. La amargura la posesionó a tal grado que no pensaba en otra cosa; Lucas se había convertido en el eje alrededor del cual giraba su existencia. El primer paso en su estrategia para vengarse, fue, echar a rodar su versión de la historia en la escuela. No quedó un solo estudiante que no prestara sus oidos a la murmuración llena de odio de Ana, haciéndole la víctima digna de compasión por causa del malvado Lucas, a quien comenzaron todos a tratar de hacerle la vida imposible. Ana era aconsejada por su abuela, quien preocupada por su salud emocional, no cesaba de hablarle del amor de Dios y la necesidad de perdonar. Ésta hacía caso omiso de los sabios consejos y continuaba tramando y elaborando la manera de… acabar con quien ella consideraba su peor enemigo. En una competencia escolar en que cada estudiante presentaría su proyecto, Lucas había decidido llevar una hermosa obra de artesanía que él mismo había tallado y a la cual había dedicado bastante tiempo. De alguna manera, Ana logró descubrir la figura, y, obsesionada por el odio y la envidia, la destruyó, aprovechando que nadie estaba presente para acusarla. El premio le hubiera correspondido a Lucas, pero, al éste no disponer de tiempo suficiente para sustituir la figura destruida, el mismo le fue otorgado a Ana. Después de este evento, las oraciones de una abuela sabia y llena del temor de Dios, comenzaron a dar frutos. Ana entró en una nueva dimensión. Llena de remordimiento por sus acciones, ya no podía estar tranquila, y un buen día, aún batallando con sus pensamientos y no muy segura de un arrepentimiento sincero, salió para casa de Lucas con la idea de pedirle perdón por todo el daño que le había ocasionado. En ruta hacia allá y en medio de una nevada de grandes proporciones, tuvo un accidente en el cual se dislocó un tobillo. Muy adolorida y con mucho esfuerzo, llegó a la casa gritando y tocando a la puerta pidiendo auxilio, pues además del dolor, el frío era intenso. No había nadie en la casa. Asustada y sin tener a quien acudir en ese momento de crisis, se acordó que en el cielo hay un Dios de amor que escucha el clamor de quien le busca de corazón. Avergonzada y arrepentida por sus acciones, se acercó a Dios y le pidió perdón por su egocentrismo, mezquindad y falta de caridad; le rogó que enviara a alguien que pudiera ayudarla. El Dios fiel no se hizo esperar, y al momento, apareció un personaje, quien le abrigó y le ayudó a llegar a su hogar. ¿Sabes quién era? – Lucas… Después de esto, el mismo Lucas, por medio de un amigo, logró contactar a un médico especialista, quien trató a Danny, logrando que este volviera a caminar tan bien como antes del accidente. El arrepentimiento verdadero produce frutos… Ana sintió la necesidad de arreglar todos sus asuntos. Recordando su comportamiento en la competencia escolar por el mejor proyecto, decidió hablar con el profesor de su clase e informarle la verdadera historia sobre el premio que se le había otorgado sin que le correspondiese, y el cual devolvió para que se lo entregaran a quien legítimamente pertenecía. De ahí en adelante, Ana vivió eternamente agradecida a Dios. Reconoció que esa experiencia fue necesaria para ella conocerse internamente y, a tiempo, preocuparse por mantener puro y limpio su corazón, lo que redundó en muchos beneficios, incluyendo, una conciencia tranquila y una vida plena y llena de paz. Pudo entonces ver, con plena claridad, los tesoros que habían guardados y ocultos en la obscuridad de su crisis. Comprendió que en ella... estaba Dios. Todos nos consideramos buenos hasta que, en algún momento, se dan ciertas circunstancias y, entonces, el monstruo que había estado dormido, y que no sale a menos que sea provocado, hace acto de presencia, tomando autoridad de la situación y manejando cual marioneta a su “amo” y hospedador, rindiéndole serias y tristes consecuencias. Lo ideal es que en nuestro interior sea el Señor quien nos ocupe y todo aquello que no le pertenezca, salga a como dé lugar. ¿Por qué te cuesta tanto perdonar cuando te sientes ofendido(a) si tú también has hecho mal a otros muchas veces? ¿No has pensado que, como en la historia de Ana, se puede dar en tu vida una situación en la cual aquél que tú detestas, sea la única persona a quien Dios tenga que usar para auxiliarte y bendecirte? ¿Tendrás tú que pasar por una crisis o angustia para que te veas obligado(a) a perdonar? No es esa la voluntad de Dios, sino que, a tiempo y voluntariamente, reconozcas que tienes primero que sacar la viga que está en tu propio ojo para que puedas ver bien la paja que está en el ojo de aquel que has enjuiciado. ¿Sabes tú que con el juicio con que juzgas, tú también en algún momento, serás juzgado(a)? Si condenas, tú también serás condenado… Si perdonas, tú también serás perdonado. Lucas 6:37 ¿Quieres vivir feliz y lleno(a) de paz el tiempo que te resta en esta tierra? Toma hoy la decisión que hará desbordar tu copa de bienestar… Aprende a pedir PERDÓN y a PERDONAR... y podrás tú también ver con asombro, todos los tesoros que han estado guardados en tu obscuridad. “Mas si no perdonas a los demás sus ofensas, tampoco el Padre Celestial perdonará tus ofensas.” Mateo 6:15 Por: Zaida C. de Ramón Abril 2006
Anhelaba un hombre darle a su hijita en el día de su cumpleaños, el mejor regalo que, hasta entonces, ésta habría recibido: una hermosa muñeca que tan pronto él la vio, le robó el corazón. Había un impedimento para que este deseo se pudiera llevar a cabo y es que este hombre carecía de recursos económicos suficientes para comprar aquello que quería. Encontrándose lejos de la ciudad donde vivía, conoció a una familia que le albergó en su hogar y le consideró como a uno de ellos… una hospitalidad y trato por parte de todos los miembros digno de encomio. Con la idea de agradar a su niña, idea que cada vez se entronizaba más en su corazón, se las ingenió para, por medio de engaño, hacer que el dinero que necesitaba le fuera entregado por aquella familia, quienes, por causa de la depresión económica de la época, también pasaban por un mal momento. Descubierta su hazaña por el padre de familia, éste, sorprendido e indignado, pero muy sereno, confrontó al hombre con su falta, y entre los puntos que le trajo con mucha sabiduría, hubo uno que debió haberle llevado a un arrepentimiento instantáneo, pero, no fue así. Le preguntó, si no le importaba la forma que había usado para obtener lo que deseaba. Este contestó que no, que para él lo más importante era conseguir aquello a como diera lugar. El fin, ¿justifica los medios? Tú, ¿qué piensas? ¿Como Jesús, o como Maquiavelo? Así suele suceder en muchas ocasiones por la falta de integridad, honestidad y temor de Dios. Se empeña el ser humano en lograr aquello que se ha propuesto y no se detiene a evaluar la forma y manera en que su corazón engañoso le quiere inducir para obtenerlo. La sabiduría le está vedada por su falta de rectitud. ¡Cuán necesario es el temor de Dios y cómo vemos que mucha sociedad se va alejando cada vez más y más de este principio! ¡Con cuánta facilidad el hombre y la mujer de nuestros tiempos miente y trata de engañar! ¿Podremos llamarle a esta época, sin temor a equivocarnos, el siglo del engaño y la falsedad? El temor de Dios es el principio de la sabiduría, por lo que, cuantos menosprecian el respeto debido a Dios con su habitual costumbre de recurrir a la mentira y falsedad, están exaltando a la necedad; han despreciado la sabiduría, la inteligencia y el conocimiento de Dios. Se miente en información ofrecida para diversos propósitos: comprar una casa, autos, rendir anualmente las planillas de contribución sobre ingresos, resumés de trabajo, solicitud de beneficios como el seguro social, planes médicos, becas de estudios, vivienda, alimentos, etc. La mentira en los políticos, en su gran mayoría, es su “modus vivendi”. En el comercio también se llevan a cabo estas prácticas engañando tanto al gobierno como a sus clientes. Algunos cibernautas no se quedan atrás, ofreciendo información falsa en cuanta aplicación se disponen a someter. ¿Cuántos tienen infinidad de direcciones de correo electrónico en donde la información ofrecida es totalmente falsa? ¿Cuántos accesan Sitios que les requieren cierta información y lo que envían allí es todo producto de su imaginación porque, les resulta divertido burlar y engañar? Es increíble… pero, es lo que está acontenciendo a una sociedad corrompida que ha olvidado que al Dios de cielo y tierra le debemos respeto. ¿O será que no creen que hay un Dios? Dice en el libro del apóstol Santiago que… ”Aún los demonios creen y tiemblan.” (2:19) ¿Dónde está la raíz de este mal? El hogar es el foco de infección, por la falta de temor a Dios. Desde pequeños, los niños, están acostumbrados a ver a sus padres buscar la manera de salir airosos de situaciones adversas y/o embarazosas… mintiendo. Mienten al que llega, mienten al que llama, mienten al que sale, mienten en la escuela, en el trabajo, en el vecindario… y se mienten unos a otros con una tranquilidad que asusta. Luego estos se asocian con otros de igual categoría y juntos, por carecer de aquello que satisface plenamente sus vidas, se combinan para dar rienda suelta a su imaginación... por puro placer. ¡Se ha convertido el engaño en un divertido pasatiempo! ¡Cuánta compasión nos merecen aquellos que se han dejado engañar a su vez por el padre de la mentira, sin saberlo! ¡Tan llena que está la tierra de la gloria de Dios y tanta ceguera espiritual en el mundo, ¡Por la falta de temor de Dios! Recomiendo la lectura del siguiente artículo: Los que hacen de la mentira su refugio Por: Zaida C. de Ramón Marzo 2006
Al ver al pueblo de Israel viviendo entre dos aguas, batallando entre dos pensamientos, ambivalente e inconstante entre el verdadero Dios y Baal, siguiendo las costumbres abominables que el rey Acab permitía y su mujer Jezabel practicaba, llevó a Elías a una indignación tal que fue provocado a proclamar en el nombre de su Dios una sequía sin precedentes: "...No habrá lluvia ni rocío en estos años, sino por mi palabra." (1 Reyes 17:1) Conforme a su palabra, así sucedió. El hambre y el caos que vivió el pueblo debido a la falta de agua airó a Acab sobremanera por lo que comenzó una persecución sin tregua en contra de Elías. Pero, como Dios siempre respalda a los suyos, hizo provisión para con su siervo, protegiéndole y sustentándole durante todo el tiempo que duró la sequía. Cuando se venció el tiempo, Dios dio instrucciones a Elías para que se mostrara a Acab, y sin temor alguno, éste, así lo hizo. Cuando Acab vio a Elías, le dijo:
¡Cómo ilustra este pasaje la realidad que se está viviendo en nuestros tiempos y cuánto se asemeja a la posición que asumen tantos ante las adversidades que se les presentan de día en día! ¡Cómo se las ingenia el ser humano para culpar, condenar y enjuiciar a otros en el afán de justificar sus propios errores y las malas decisiones que, a través de su existencia, han tomado, buscando tranquilizar, en un afán desmedido, a su propia conciencia! ¡Cuánto se ensañan con quienes menos culpa tienen ante las consecuencias que ellos mismos se han buscado! ¡Cuán simples y sencillos nos hizo el Creador y cuánto nosotros mismos nos hemos enredado y deformado! Tanto en el gobierno, instituciones, organizaciones, familias, hogares, como a nivel personal, podemos ver la lucha entre unos y otros, y son contados aquellos que, en determinado momento de su vida, hacen una parada para evaluarse a sí mismos y reconocer que los frutos que han estado segando son producto directo de las semillas que han sembrado. "No os engañéis; Dios no puede ser burlado: pues todo lo que el hombre sembrare, eso también segará." (Gálatas 6:7) En mayor o menor grado hemos contribuido a que la balanza se incline hacia donde más nos duele. Lo entendamos o no, lo aceptemos, o no, esa es la realidad. Reconozcamos que depende de cada cual el enderezar lo que, en nuestras vidas, está torcido y que, como un cáncer, está turbando, afectando y dañando todo lo que está a nuestro alrededor. Si con proposición, disposición y buena voluntad hacemos lo que nos corresponde, Dios se encargará, para nuestro bien, de poner cada pieza en su lugar, manifestando así su gran amor y ofreciéndonos la hermosa oportunidad de reciprocarle de la misma manera. Decidamos echar fuera del corazón a los baales que han intentado manejar y dañar nuestras vidas; dejemos el doble ánimo y sigamos corriendo con paciencia la carrera que tenemos por delante, puestos los ojos en Jesús... Ante Él, postrémonos humillados y adorémosle. Recibamos con humildad el amor que nos está ofreciendo para que podamos entonces cumplir con el gran mandamiento de: Amar a Dios sobre todas las cosas y al prójimo como a nosotros mismos. Es Jesús el Amor de los Amores. ¡Nadie te ama como Él! Por: Zaida C. de Ramón Febrero 2006
"Bendito aquel que confía en el Señor, y cuya confianza es el Señor. " ¿En cuántas ocasiones te has dejado llevar por los dictados de tu propio corazón poniendo en ti mismo/a la confianza que debes depositar solamente en Dios? ¿Cuántas veces has permitido que tu corazón te marque el derrotero a seguir en una circunstancia dada, para al final descubrir que te equivocaste irremisiblemente? ¿Has estado en el valle de la decisión esperando que algo o alguien te indique el camino a tomar, y el consejo de aquellos en quienes confías ha sido: "Deja que tu corazón te dirija..." ¿Sabes qué? "Engañoso es el corazón más que todas las cosas, y perverso; ¿quién lo conocerá?" Jeremías 17:9 ¿Cuántos problemas nos hemos buscado en tantas ocasiones por permitir que los pensamientos, los sentimientos, las emociones nos dirijan? Es esta área del ser humano la que el enemigo de las almas busca controlar para alejarnos de lo que supone bendición. Porque... "Del corazón salen los malos pensamientos, los homicidios, los adulterios, las fornicaciones, los hurtos, los falsos testimonios, las blasfemias. Estas son las cosas que contaminan al hombre ..." Mateo 15:19-20 Aprende a conocer tu corazón y las maquinaciones del diablo, las cuales no son planificadas al azar, él conoce tu talón de Aquiles, tu punto débil y sólo espera el momento propicio para asaltarte sin compasión. "...Cada uno es tentado, cuando de su propia concupiscencia es atraído y seducido." (Santiago1:14) Si cedes, si te prestas al juego, si no te detienes a razonar y a poner en balanza los pros y los contras y las posibles consecuencias dándole a tu corazón la oportunidad de manejarte... tarde o temprano tendrás que enfrentarte a lo que menos tú te imaginabas: dolor y sufrimiento para ti y/o para el ser o los seres que más amas. Nuestros corazones son purificados por medio de la FE, Fe en Jesús y en su palabra; por lo que exhorto a cada cual a llenar el corazón de la palabra de vida, lo único que nos garantiza una victoria permanente y segura. "No se conformen a lo que quiere imponer el mundo en este tiempo, nos dice el Apóstol Pablo, sino... sean transformados, renovando el entendimiento, para que puedan comprobar la voluntad de Dios, agradable y perfecta." Rom. 12:2. "Hijo mío, está atento a mis palabras; inclina tu oido a mis razones. Sobre toda cosa guardada, guarda tu corazón; porque de él mana la vida. ¿Deseas ver cambios positivos en tu vida en el año que comienza? No depende de las circunstancias que llegan ni de aquellos que te rodean .. Depende de TI. En tus manos está la VICTORIA para ti y los tuyos. Aleja de tu casa todo lo que suponga maldición, haciendo lo que a Dios le agrada y permite que la unción del Santo sature tu entorno de las más ricas y hermosas bendiciones. Es lo que Dios quiere... es esa la voluntad de Dios. Pon tu confianza en el Señor y NO en tu propia prudencia. "Confía en el Señor, y haz el bien; y habitarás en la tierra, y te apacentarás de la verdad. Deléitate asimismo en el Señor, y Él te concederá las peticiones de tu corazón. Encomienda al Señor tu camino, y confía en Él; y Él hará." Salmo 37:3-5. Dame, hijo mío, tu corazón, y miren tus ojos por mis caminos. Por: Zaida C. de Ramón Enero 2006
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Revelación del Misterio