ARCHIVO de Realidades 2013

 


El Gozo de Dar

“Todo lo que hagas, hazlo de corazón, como para el Señor…” Colosenses 3:23

En cosas en las cuales no soy experta y en ocasiones tengo que tomar una decisión, acostumbro preguntar a la persona que sí conoce sobre el particular, -¿Si lo fueras a hacer para ti, cómo lo harías? Habiendo, en ocasiones, un interés económico de por medio que podría interferir con una contestación honesta, éste se desvanece al tomar a la persona por asalto… Ante la pregunta inesperada se recibe la orientación adecuada.

Y es que, la empatía, fruto de la compasión y el amor, a veces cuesta… ¿Cuántas personas que dan servicio conforme a su profesión u oficio, se identifican con la situación o condición del que está al otro lado? ¿Cuántos aman lo que hacen, no por la remuneración que reciben por su trabajo, sino por la satisfacción que sienten al beneficiar a los demás? Es hermoso preguntar a profesionales de la salud o educación si disfrutan lo que están haciendo, aunque no siempre en las mejores condiciones, y recibir por respuesta: “Me encanta.” Porque… Amar no es recibir, es dar. Dios nos amó tanto, que dio… dio a su Hijo para que todo aquel que en Él cree no se pierda, mas tenga vida eterna.

Hay un pensamiento de Martin Luther King que cala muy profundo el sentido del deber: -“Si un hombre es llamado a ser barrendero, debería barrer las calles incluso como Miguel Angel pintaba, o como Beethoven componía música, o como Shakespeare escribía poesía. Debería barrer las calles tan bien que los ejércitos del cielo y la tierra puedan detenerse y decir: aquí vivió un gran barrendero que hizo bien su trabajo.”

Y para que el barrendero realice su oficio a tal grado de perfección, necesita algo más que disposición y fortaleza física. La satisfacción de saber que su labor redunda en beneficios para todo el que pasa por los lugares que él barre, tendrá más peso en su balanza que el lado propio. ¡Y pensar que todo lo que damos de buena voluntad regresa a nosotros en bendición!

Durante doce largos años John Bunyan estuvo encarcelado en Bedford, sin poder predicar. Fue allí, sin embargo, que hizo la mayor obra de su vida, pues escribió el libro que más se ha leído después de la Biblia: El Peregrino. En cierta ocasión Bunyan dijo: “Como si hubiera estado en mi casa en aquella celda, me senté y escribí, porque el gozo me hacía escribir.”

¿Qué gozo podía sentir Bunyan en una cárcel?

-El saber que sería canal de bendición para muchos peregrinos en la vida dirigiéndose a la muerte y a una eternidad sin Cristo… El gozo de la Fe puesta en obra. Él desviaba su mirada del carcelero y subestimaba las condiciones que le circundaban, sabiendo que aquel escrito supondría para otros la diferencia entre la vida y la muerte. Bunyan anhelaba dejar a la humanidad el legado más valioso que él había recibido, el de la salvación eterna. ¡Cuánta satisfacción sentía al hacer lo que él sabía que debía de hacer por amor a Dios y a sus semejantes! El gozo que sentía lo llevó a ignorar los adversarios con los que a diario se topaba!

Cuando una bandada de cuervos persigue a un halcón, éste no contraataca, sino que va subiendo más y más alto en círculos cada vez más amplios ignorando a sus perseguidores… ¿No van de triunfo en triunfo en Cristo Jesús los hijos de Dios al subir a un nivel más alto de comunión con su Señor?

Hagamos de nuestra relación con Jesús un estilo de vida fundamentado en la fe y el Amor… una amistad genuina en espíritu y verdad. Y… jamás olvidemos lo que Jesús dijo: “Más bienaventurado es dar que recibir.” (Hechos 20:35)

¡Deseándote una muy Feliz Navidad en Cristo Jesús y un Nuevo Año lleno de Bendiciones!

Por: Zaida C. de Ramón

Diciembre 2013

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Por Gracia

El apóstol Pablo decía: “Fui blasfemo, perseguidor e insolente”, y añadía: “Pero la gracia de nuestro Señor Jesucristo fue más abundante.” 1 Timoteo 1:14

Todos los creyentes debemos mirar hacia atrás para recordar con gratitud y alabanza los favores que el Señor nos ha concedido, empezando por la salvación de nuestras almas.

Se cuenta de un pastor de ovejas que, por su sabiduría, llegó a tener una alta posición gracias a uno de los reyes de Escocia.  Éste construyó un pequeño aposento cerca del palacio al cual iba todos los días.

El rey comenzó a sospechar si estaría tramando alguna conspiración, así que le pidió visitar esa estancia secreta. Para su sorpresa, todo lo que había en su interior era una silla, un cayado de pastor y un viejo pañuelo de cabeza doblado.

-¿Qué significa todo esto? –preguntó el rey.

-Esto me recuerda que yo era un humilde pastor cuando su majestad me ennobleció. Vengo a esta estancia, me siento en la silla y miro el cayado y el pañuelo… y ello me lleva a reconocer que nada soy por mí mismo, sino por la gracia que vuestra majestad me confirió. [Historia tomada de:Enciclopedia de Anécdotas e Ilustraciones]

¡Qué inmensa y valiosa la Gracia que nos hace ser agradecidos! Cuando se reconoce que hemos sido beneficiados sin merecerlo, cuando damos pensamiento profundo al significado de una bendición... no podemos menos que rendirnos en adoración y gratitud a Quien lo da todo a cambio de nada. Y cuando el verdadero agradecimiento es sembrado en el corazón es imposible no constituirnos en canal de bendición para que otros también sean bendecidos.

No creo que haya en el mundo persona alguna que no haya sido beneficiada de una u otra forma por el Dios del universo. Desde el momento mismo en que vimos la luz del mundo hasta el presente, las bendiciones del cielo se han estado derramando sobre nuestras vidas de tantas y tantas maneras… Si las contáramos diariamente y diéramos a cada una su justo valor, nuestra vida sería siempre tal y como Jesús lo prometió… abundante y más, porque… quien vive agradecido de Dios jamás sufrirá por carecer de algo… La necesidad mayor es no saber reconocer ¡cuán bendecidos y bendecidas somos!

La gratitud torna nuestra mirada de las dificultades Y necesidades a la abundancia que ya tenemos…

Pero, quien vive ignorando cuánto Dios le ama y se enfoca más en sus desgracias y desdichas que en sus dichas, y da más importancia a los infortunios que a las bendiciones, está menospreciando las bondades y los beneficios que desde el cielo les han sido enviados. Mas el Dios de Amor se seguirá manifestando a todos desde la eternidad y hasta la eternidad…

Como en el caso del pastor del artículo, cada bendición tiene su historia, lo cual jamás debemos olvidar… no fue por nuestros propios méritos que la obtuvimos sino por la gracia y misericordia divinas.

Por más esfuerzos y sacrificios que se hayan realizado para llegar a la meta impuesta, al final del camino tenemos que reconocer que fue la mano providencial de Dios moviéndose sobre nuestras vidas para hacer la diferencia, por lo que adjudicar a Él toda la gloria y el honor  es lo que corresponde.

“Bendice, alma mía, al Señor, y
bendiga todo mi ser su santo nombre.
Bendice, alma mía, al Señor, y
no olvides ninguno de sus beneficios.

El es quien perdona todas tus iniquidades,
el que sana todas tus dolencias;
el que rescata del hoyo tu vida,
el que te corona de favores y misericordias;
el que sacia de bien tu boca de modo
que te rejuvenezcas como el águila.

Salmo 103:1-5

Por: Zaida C. de Ramón

Noviembre 2013

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Permanece en la Vid

El árbol más antiguo y hermoso de cierta finca y cuya sombra era el refugio de todo el que se allegaba al lugar, fue asaltado en la oscuridad de la noche por unos mozalbetes, quienes, al desgajar sin compasión sus frondosas ramas, y abortando los frutos que comenzaban a evidenciarse, se deleitaban en su cruel y despiadada fechoría.

Aprovechándose del momento en que todos dormían, consumaron lo que habían estado fraguando. Quien vive insatisfecho se goza en promover su desgracia. El Amor… el vínculo perfecto, la misericordia y la justicia es para los tales algo desconocido. Consideremos al íntegro y al justo, porque hay un final dichoso para la gente de paz. (Salmo 37:37)

Al descubrirse al día siguiente el triste suceso, no fue poco el llanto y la indignación de todo un pueblo que, resignados ante tan irremediable pérdida, se dispusieron a recoger las ramas las cuales ya daban indicio de que la vida que una vez recibieron se había extinguido.

Según las ramas perdieron la vida al ser separadas del árbol que se la impartía, así sucede con quien vive separado de Dios. El árbol fue desmembrado por voluntad de mentes desorientadas, mas quien vive separado de Dios lo ha decidido por su propia voluntad, e individualmente tendrá que afrontar las consecuencias.

Por más conocimientos que haya adquirido, por más osado, fuerte y autosuficiente que alguien se considere, y por más intentos que haga, jamás criatura alguna podrá impartirse vida a sí misma. Quien vive separado de Dios, existe, pero no vive… ¡En Dios está la vida porque Cristo es la vida!

“Permanezcan en Mí y Yo permaneceré en ustedes. Como el pámpano no puede llevar fruto por sí mismo, si no permanece en la vid, así tampoco ustedes si no permanecen en Mí. Separados de Mí, nada podrán hacer...”
Juan 15:4-5

En este tiempo de tanta rebeldía e indiferencia hacia lo eterno no es maravilla ver personas moviéndose en el mundo como si Dios no existiera; lo invocan con su boca mas con su estilo de vida, su trato hacia los demás y las decisiones que toman de día en día, niegan su existencia… hablan de Dios, pero niegan a su Hijo Jesucristo, nombre tabú para quien está en tinieblas y desea permanecer en ellas… Trágica odisea para quien se resiste, pues, es Jesucristo el único Camino hacia el Padre, la única Verdad y la única Vida. Quien niega al Hijo, niega también al Padre. Así las cosas…

¡Y pensar que el día en que Jesús ha de regresar está TAN cerca! Escribió el apóstol Pablo en la carta a los Filipenses, “que por ahí andan muchos que son enemigos de la cruz de Cristo; el fin de los cuales será perdición, cuyo dios es el vientre, y cuya gloria es su vergüenza; que sólo piensan en lo terrenal. Mas nuestra ciudadanía está en los cielos, de donde también esperamos al Salvador, al Señor Jesucristo…” [Filipenses 3:18-20]

Estén siempre gozosos. Oren sin cesar. Den gracias en todo. Guárdense de toda especie de mal. Y todo su ser: espíritu, alma y cuerpo, sea guardado irreprensible para la venida de nuestro Señor Jesucristo. 1Tesalonicenses 5

No hay día más inolvidable que aquel en que hicimos la Paz con Dios por medio de su Hijo Jesucristo, cuando, como “olivo silvestre, fuimos injertados en lugar de las ramas desgajadas” para recibir la vida verdadera y eterna.  No existen momentos más sublimes que aquellos en que nos deleitamos en su presencia; es en Él que hemos encontrado la verdadera Paz… ¡Él es mi Paz!

Por: Zaida C. de Ramón

Octubre 2013

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El Reto del Creyente

Hoy Dios me habló y me dijo que "mayor es el que está en mí que el que está en el mundo." [1 Juan 4:4] Y, ¿sabes qué? Me habla todos los días. ¿Cómo me habla a mí el Señor? Pues de la manera que lo hace con todo aquel que le cree: Por medio de su Palabra… la cual recibo con FE y guardo en el corazón como el tesoro más preciado… Vida que produce vida. (Jesús es la Palabra y Jesús es la Vida)

Los discípulos de Jesús vivieron la experiencia de ver a Jesús resucitado y, llenos de regocijo, salieron a compartir la noticia con Tomás, quien no estaba entre ellos en el momento. Mas éste dudó, o sea, infirió que sus compañeros estaban mintiendo. “Si no viere en sus manos la señal de los clavos, y metiere mi dedo en sus manos, y mi mano en su costado, no lo creeré” –dijo Tomás.

En la próxima visitación de Jesús a los discípulos, estaba Tomás entre ellos, y dirigiéndose a él, dijo Jesús: Mira mis manos y mi costado, pon tu dedo y acerca tu mano, y no seas incrédulo, sino creyente. “¡Señor mío y Dios mío!”   -dijo Tomás, avergonzado. “Porque me has visto, Tomás, creíste; bienaventurados los que no vieron y creyeron.” –le dijo Jesús. [Juan 20:24-29]

Cuántos hoy día se consideran creyentes, mas, como Tomás, viven buscando señales porque les cuesta creer a un Ser que no pueden ver. Con la boca dicen que creen en Dios pero con los hechos lo niegan. ¿A quién tildan de mentiroso? ¿A Dios, o a los voceros que llevan su mensaje? “¿Su incredulidad hará nula la fidelidad de Dios? De ninguna manera; antes bien sea Dios veraz y todo hombre mentiroso.” [Romanos 3:4] La verdad es la verdad, la crean o no… Y Dios vive y es real; vemos sus obras, aunque a Él no lo veamos.

Ese es el reto de los que dicen creer: Mantener una relación con alguien a quien los ojos físicos no pueden ver, creer a un Ser que es invisible, tener la certeza de que Aquel a quien llamamos Dios y que no podemos tocar, existe y es real. Es reconocer que el mundo espiritual es más valioso que el material, por lo que, vivir en ese ambiente es lo que se espera de quien ha sido justificado por Jesús… vivir por FE: “La certeza de lo que se espera y la convicción de lo que no se ve.” [Hebreos 11:1]

Enoc caminó con Dios y no vio muerte pues vivió agradando a Dios porque le creyó... sin verle. Moisés tenía puesta la mirada en el galardón, por lo que, en medio de los vituperios se sostuvo como viendo al Invisible. Los creyentes hoy, sigamos corriendo con paciencia la carrera que tenemos por delante, puestos los ojos en Jesús, el autor y consumador de la FE; andando por FE, no por vista; llamando las cosas que no son como si fuesen; no mirando las cosas que se ven, sino las que no se ven, pues las cosas que se ven son temporales, mas las que no se ven son eternas…

Si Dios es espíritu es en el espíritu que podemos relacionarnos con Él, creyendo a quien no vemos y convencidos que es Verdadero y Fiel; sólo así le podemos agradar. El hombre natural no entiende las cosas del Espíritu de Dios y la vida espiritual la consideran locura, pero para nosotros, los que creemos, es poder de Dios; es gozo y es paz…

Cuando valoramos el más grande sacrificio de Amor en la historia de la humanidad no es difícil mantener los ojos en Aquel que nos amó TANTO que su vida dio por ti y por mí…

Canten otros del sol los resplandores,
la hermosura del alto firmamento,
la belleza del campo y de las flores.

Yo cantaré con admirable acento
Tu amor que es el amor de los amores,
sublime causa del mayor portento.

Versos del Poema: Amor Divino
de Carlos Araujo

 

Por: Zaida C. de Ramón

Septiembre 2013

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El Perfume del Perdón

“Sed, pues, misericordiosos, como también vuestro Padre es misericordioso.” [Lucas 6:36]

Samuel Johnson, el escritor inglés más citado  después de William Shakespeare, dijo en cierta ocasión, que "el camino más corto para llegar a su corazón y recibir su favor, era haciéndole una injuria.”

Como hijo fiel, Samuel vivía para agradar a su Dios, y se gozaba con cada oportunidad que se le presentaba para demostrar que no había provocación que lo moviera de la Roca firme que lo sostenía…

El creyente en Jesucristo no es como la hoja que mueve el viento, ni baila al son que le tocan; tampoco es como el camaleón que se vale del camuflaje para pasar desapercibido… sino, dueño de sí mismo, firme en sus convicciones, con espíritu de poder, de amor y de dominio propio; dispuesto a amar y a perdonar... "Setenta veces siete"

En cierta ocasión se le preguntó a un joven ciego acerca del perdón y él contestó:

-Perdón es el perfume que despiden las flores cuando son pisoteadas…. es la fragancia que dejan éstas en la suela del calzado de quien las ha pisado. ¡Qué bello pensamiento para unirlo a la oración de Jesús mientras agonizaba en la cruz! “Padre, perdónalos, porque no saben lo que hacen.”  [Lucas 23:34]

Si preguntara a cada lector de esta columna si se ha visto en la disyuntiva de tener que perdonar, en mayor o menor grado, alguna injuria, creo que la mayoría al unísono diría: Sí.    

…“Tener que perdonar”… Y es que, conforme a los sentimientos, nos resistimos, mas conforme al espíritu, soltamos nuestras armas y cedemos.  La carne es débil, mas el espíritu siempre está presto. Quien ha sido regenerado en el espíritu piensa y actúa conforme a esto: -Yo no puedo con mis propias fuerzas, pero con Cristo puedo, porque... quiero. “Todo lo puedo en Cristo que me fortalece.” [Fil. 4:13] El perdón libera y sana… deseo la liberación de mis ofensores como también la mía. La ley de la libertad es la del amor…

“Tú, Señor, eres mi refugio; me guardarás de la angustia;
con cánticos de liberación me rodearás.” [Salmo 32:7]

Desde la creación de la humanidad hay choques emocionales que causan heridas; éstas, solamente pueden ser sanadas con el bálsamo de la sangre del Cordero. Quien no se refugia en los brazos amorosos de Jesús jamás podrá perdonar ni querrá ser perdonado; vivirá en amargura, o en la obsesión del ojo por ojo y diente por diente durante toda su existencia. ¿En cuántas personas tal obsesión es producto de la auto-justificación? ¿Erguimos la cabeza como la serpiente o nos enroscamos como el gusano?

Dice un refrán español que:
“Volver mal por bien es diabólico; volver bien por bien es humano; pero volver bien por mal es divino.” 

“Amemos a nuestros enemigos, bendigamos a los que nos maldicen, hagamos bien a los que nos aborrecen, y oremos por los que nos injurian y nos persiguen…” [Mateo 5:44]

¡Cuánta paz sentimos cuando, en vez de acusar al ofensor, decidimos bendecirle! A eso nos llamó el Señor y es ahí que podemos testificar que el amor de Dios en nuestros corazones es real y no fingido… andando en Amor como también Cristo nos amó. ¡Bendecidos! ¡Bendecidos! ¡Bendecidos! 

“Bienaventurados son cuando  por mi causa los vituperen y los persigan, y digan  toda clase de mal contra ustedes… mintiendo. Gócense y alégrense, porque su galardón es grande en los cielos…”  [Mateo 5:11-12]

 

Por: Zaida C. de Ramón

Agosto 2013

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En Dios Confiamos

Una mujer de clase media y su esposo fueron invitados a pasar un fin de semana en la residencia del jefe de su esposo. Este era un empresario muy rico; vivía en una mansión con varios automóviles cuyo costo de cada uno era más alto que el de una casa de precio promedio.

La mujer estaba emocionada por la experiencia que le permitiría compartir el estilo de vida de una persona tan acaudalada. El jefe se esmeró en agradar a sus invitados, tanto en su casa, como en los lugares donde los llevaba.

En cierta ocasión, en el momento en que se disponían a entrar a un restaurante muy conocido por su exclusividad, el jefe, quien iba unos pasos adelante, se detuvo de súbito, mirando hacia el pavimento por un período largo y silencioso. La mujer, extrañada, miró hacia el suelo, pero no vio nada que pudiera llamar su atención excepto una moneda oscura de un centavo y algunas colillas de cigarrillos.

Lentamente, el hombre rico se dobló y tomó el centavo. Lo levantó en alto y sonriéndose, lo echó en su bolsillo como si hubiera encontrado un gran tesoro. ¡Qué absurdo! ¿Qué necesidad tiene este hombre de un mísero centavo?  

Mientras comían, el asunto del centavo inquietaba a la mujer. Finalmente, sin poder contenerse, ésta trajo a colación la colección de monedas de su hijo, y le preguntó al hombre si había notado algo fuera de lo común en el centavo que se encontró y guardó.

Una amplia sonrisa se dibujó en el rostro del hombre mientras sacaba la moneda de su bolsillo; la tomó y se la dio a ella para que la viera.

-“Obsérvela” –le dijo. –“¿Puede leer lo que dice?”

-“Estados Unidos de América.” –leyó ella en voz alta. -“Siga leyendo.” –le dijo.

-¿Un centavo? –contestó ella. –“No, continúe leyendo.”

-“¿En Dios confiamos?” –“Sí.” –dijo él.  –“¿Y?” –cuestionó ella.

-“Si yo confío en Dios, -contestó el hombre, -el nombre de Dios es santo aún en una moneda. Siempre que encuentro una veo esa inscripción; está escrita en cada moneda de los Estados Unidos de América, pero casi nadie le da importancia.

Si Dios tira un mensaje al frente mío diciéndome que confíe en Él, ¿quién soy yo para dejarlo pasar? Cuando veo una moneda, yo oro, y me detengo a ver si mi confianza está en Dios en ese momento; la levanto como una respuesta a Dios de que realmente confío en Él. Por un momento, por lo menos, la atesoro como si fuera oro. Creo que es la manera que tiene Dios para comenzar conmigo una conversación.”

Artículo escrito por: Autor Desconocido

En Dios Confiamos” (In God We Trust)… Por muchos años esta inscripción ha sido parte de las diferentes denominaciones monetarias de los Estados Unidos de América. Sin embargo, como dice el artículo, casi nadie le ha dado importancia al mensaje de advertencia que tales palabras encierran.

Muchos son los que, echando a Dios a un lado, han encomendado su seguridad y su futuro al dios riqueza, sustituyendo la confianza en Dios por el amor al dinero; de lo que dice la Biblia que es la “raíz de todos los males.” (1 Timoteo 6:10)

Varios grupos han tratado de impedir que se continúe imprimiendo lo que ellos llaman el logo de la nación, alegando diferentes razones que sólo a ellos convencen. Y es que, aún en la moneda más oscura la Palabra de Dios alumbra y deslumbra y enceguece con su luz a quienes, por su condición, se resisten al toque divino.

“Porque todo aquel que hace lo malo, aborrece la luz y no viene a la luz, para que sus obras no sean reprendidas. Mas el que practica la verdad viene a la luz, para que sea manifiesto que sus obras son hechas en Dios.” Juan 3:20-21

¡Cuántos sucesos tristes se han vivido y continúan ocurriendo en USA! Es como si el infierno hubiera desatado todas sus huestes para acabar con su fundamento… valiéndose de supuestos derechos de una cosa y otra que sólo mueven y convencen a los ateos, agnósticos e incrédulos ignorantes. Cuando una nación se aleja de Dios, suceden cosas y el que se resiste a aceptar que el Dios del cielo es soberano, está dando coces al aguijón para su propio mal. “Dios es paciente no queriendo que nadie perezca sino que todos procedan al arrepentimiento.” 2 Pedro 3:9

Gracias a Dios por aquellos/as cuyas rodillas aún no se han doblado ante los baales. “Las puertas del infierno no prevalecerán contra la iglesia del Señor.” (Mateo 16:18)

“Bienaventurada es la nación cuyo Dios es el Señor.” Salmo 33:12

Por: Zaida C. de Ramón

Julio 2013

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Me basta Su Gracia

A Tomás, un hombre muy diligente, le costaba dejar pasar los asuntos sin que, de alguna manera, buscara la forma de atenderlos enseguida conforme a su propio juicio. No podía envolverse en distracción alguna sin antes tratar los problemas que le merecían una solución.

Viviendo en un mundo de tanto conflicto y en el tiempo de una burocracia extrema en todo lugar, debía ejercitar su paciencia muy a menudo para esperar a que otros hicieran la parte que les correspondía.

Cierto día, sintiéndose indignado, cansado y hasta  algo deprimido ante la situación del momento, se esforzó a echar a un lado lo que ocupaba su tiempo y decidió irse a la playa buscando despejar su mente de lo que le agobiaba. Se sentó bajo la primera palma que encontró en el lugar y, después de derramar unas cuantas lágrimas ante su impotencia por no poder dar con alguna solución, y al admirar la hermosa naturaleza que se desplegaba ante sí, tomó un Nuevo Testamento que había estado guardando por cierto tiempo, y comenzó a escudriñarlo página tras página buscando el consuelo, la paz y una luz que alumbrara el túnel sin salida en el cual se encontraba atrapado.

Fue a los Salmos y pasó por los Proverbios, mas, no fue hasta que se topó con el Maestro en el capítulo once del Evangelio según San Mateo, que sintió el toque que necesitaba en su desesperación. “Venid a Mí todos los que están trabajados y cargados, y yo los haré descansar. Lleven mi yugo sobre ustedes, y aprendan de Mí, que soy manso y humilde de corazón; y hallarán descanso para sus almas…” (vs. 28-29)

Un llanto desgarrador salió de lo más profundo de su ser, y sin poder controlarlo, elevó su mirada al cielo sintiendo su pequeñez y necesidad de la ayuda divina. Clamó a Dios en humillación, reconociendo la autosuficiencia que hasta ese momento lo había estado manejando, y amparándose en la gracia y el amor que el Padre Celestial le ofrecía a través de su Hijo Jesucristo, recibió en el instante la paz que su alma había estado anhelando, una paz que inundó todo su ser y que el mundo con todo su atractivo y esplendor jamás le pudo dar.

Ese momento marcó el comienzo de una historia nueva e interesante por demás en la vida de Tomás. Tal vivencia fue el motor que lo impulsó a mantenerse en contacto con su Hacedor y Salvador en una relación de amistad que a través de los años se ha perfeccionado, afirmado, y fortalecido. En su corazón faltan las palabras para expresar su agradecimiento al Amigo que llegó para libertarlo de la prisión espiritual en que se encontraba por vivir ignorando la verdad.

Tomás aprendió que, no es el esfuerzo propio por buena intención que le acompañe, sino la FE y confianza en Aquél que TODO lo puede; es descansar en el Amado sin ansiedad alguna para poder ver su mano poderosa moverse en los asuntos porque… “sin FE es imposible agradar a Dios. Y esta es la victoria que ha vencido al mundo, nuestra FE.”

Reconoció también, que pensar conforme a la Palabra de Dios y ponerse de acuerdo con Él en todo asunto, evita el desgaste emocional, físico y espiritual… Realmente vale la pena confíar y esperar, no en los hombres y su burocracia, sino en el Dios del cielo, para quien nada es imposible.

Desde entonces, cuando Tomás se encuentra ante una encrucijada, ya no batalla ni se esfuerza inutilmente, sino que echa sobre el Padre toda su ansiedad, todo temor, y toda preocupación sabiendo que Dios tiene cuidado de él; siempre termina el diálogo con su Amigo diciendo: “No se haga, Señor, mi voluntad, sino la tuya.”

Desde aquel inolvidable día, Tomás tomó por costumbre allegarse cada cierto tiempo hasta la playa, sentarse bajo la palma, testigo de la experiencia más hermosa que jamás ha vivido, cerrar sus ojos, e imaginarse al Admirable sonriéndole desde el cielo, dándole a entender que todas las áreas de su vida están en su pleno y absoluto control… lo que Tomás reciproca a su Amado con otra sonrisa.

Muchas porciones bíblicas ha hecho muy suyas Tomás, pero de todas, ésta es una de las que nunca faltan en su agenda diaria: 2 Corintios 12:9-10

“Y me ha dicho: Bástate mi gracia, porque mi poder se perfecciona en la debilidad. Por tanto, de buena gana me gloriaré mas bien en mis debilidades, para que repose sobre mí el poder de Cristo. Por lo cual, por amor a Cristo me gozo en las debilidades, en afrentas, en necesidades, en angustias; porque cuando soy débil, entonces soy fuerte.”

Por: Zaida C. de Ramón

Junio 2013

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En Comunión con Dios

Dios impartió de su Espíritu a cada criatura por lo que jamás persona alguna podrá sentirse completa y realizada, apartada de su Creador. El ser humano fue creado para vivir en comunión con Dios. No es un lujo para unos pocos sino una necesidad de todos. ¡Qué deleite y qué emoción cuando el vacío del corazón se llena con la presencia del Salvador! "En tu presencia hay plenitud de gozo, delicias a tu diestra para siempre."  (Salmo 16:11)

Cuando nuestro espíritu se amalgama, se fusiona, entra en koinonia (en comunión) con el Espíritu de Dios... cuando sentimos su toque en las fibras más profundas de nuestro ser, nos sentimos tan pequeños, tan necesitados y tan agradecidos de su misericordia, de su gracia, de su fidelidad y de su amor... ¡Tan bienaventurados! Las lágrimas brotan en una mezcla de alegría por el deleite que nos da su presencia, y tristeza por tantos que aún están a mitad de camino y otros que ni siquiera han entrado.

¡Qué diferente sería el mundo si, empezando por los gobernantes, sus ojos espirituales se abrieran para ver que la tierra está llena de la gloria de Dios, y que su reino entre nosotros está! !Oh, Señor, revela al mundo cuán grande es tu Amor para con todos y cuán inmenso es el anhelo de tu corazón de tener comunión con todas tus criaturas!

Cuando Pedro, Juan y Jacobo vieron a Jesús transfigurado en el monte donde subió a orar, quedaron tan maravillados y embelesados con lo que estaban viendo que querían permanecer en el lugar. Hubieran dado lo que fuera con tal de seguir disfrutando de la gloria de Dios. (Lucas 9:28-36)

Yendo Jesús de camino, entró en una aldea; y una mujer llamada Marta le recibió en su casa. María, la hermana de Marta, dejó lo que estaba haciendo y enseguida se sentó a los pies de Jesús para disfrutar de su presencia. Marta, molesta con su hermana por no ayudarle con los quehaceres, se quejó a Jesús. Mas Jesús le respondió:  "Marta, Marta, deja los afanes que te están turbando, y permite que tu hermana se goce de la buena parte la cual no le será quitada." Sólo una cosa es necesaria, y María decidió aprovechar el momento optando por lo más importante, de lo cual nada ni nadie le podría despojar. (Lucas 10:38-42)

¿Quién desea cambiar el deleite que supone el estar gozándose de la presencia del Admirable para sobrecargarse con los asuntos del mundo? “Estate quieto/a y descansa, para que conozcas a Dios…” (Salmo 46:10) Como Pedro y como María, así también nosotros nos deleitamos en la presencia del Amado, con la única diferencia que ellos lo tenían a su lado por un momento y nosotros lo tenemos en nuestro interior siempre, permanentemente, en todo tiempo y en todo lugar. Ahora podemos vivir en comunión con el Dios verdadero porque vivimos en comunión con su Hijo. ¡No tengamos en poco lo que Dios nos ha concedido!

Si aún no has vivido la experiencia de gozarte en Aquel que te creó, sólo tienes que amistarte con Él aceptando a su Hijo Jesucristo… recibirás su Gracia, su Perdón, su Paz y su Amor. Sigue el ejemplo de María, la madre de Jesús, quien se humilló exaltando al Señor y su espíritu se regocijó en Dios su Salvador. (Lucas 1:46-47)

No es menester apartarse del mundo para permanecer en comunión con Dios; si bien es bueno y necesario separar tiempo para estar a solas con el Amado, no es imposible mantener la comunicación con Él mientras cumplimos con los deberes que nos imponen nuestras responsabilidades diarias.

Aprovechemos sabiamente el tiempo que nos resta en esta tierra y aseguremos nuestro bienestar eterno al lado de nuestro Dios y Salvador.  La decisión debes tomarla ahora… Después que partas de este mundo, será demasiado tarde.

“La comunión íntima del Señor es con los que le temen,
y a ellos hará conocer su pacto”.
  Salmo 25:14

Nunca se eleva el hombre a más altura
Que cuando a Dios adora reverente,
Porque el culto en espíritu ferviente
Une al gran Creador con la criatura.

Verso del Poema: Adoración
de Carlos Araujo

Por: Zaida C. de Ramón

Mayo 2013

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Tu Destino Final está en tus manos

"Si alguno de ustedes tiene falta de sabiduría, pídala a Dios, quien da a todos abundantemente y sin reproche, y le será dada. Pero pida con fe…” Santiago 1:5-6

¡Cuánto significa para nuestras vidas cada decisión tomada de día en día! Cada una determina lo que somos ahora en el presente y lo que hemos de ser en el futuro, dónde estamos ahora y dónde pasaremos la eternidad. A mayor sabiduría, mejores decisiones serán las que tomemos. Mas hago diferencia entre el conocimiento adquirido en los libros y la sabiduría que viene de la fe en el Libro, de lo que hemos aprendido de los hombres y lo que hemos vivido en nuestra relación con Dios. “Amados, si nuestro corazón no nos reprende, fe y confianza tenemos en Dios; y cualquier cosa que le pidamos la recibiremos de Él…” 1 Juan 3:21-22

¡Seamos como los niños, sanos e inocentes! Aprendamos del rey David, de quien dijo Dios que tenía un corazón conforme al suyo… Cuando fue confrontado por causa de su pecado, no se defendió, ni lo negó, ni se justificó, sino, que al sentir que su corazón lo reprendía, decidió recobrar la paz que había perdido, humillándose y reconociendo que sólo el perdón de Dios lo podía restaurar. “¿Por qué te abates, oh alma mía, y por qué te turbas dentro de mí?” (Salmo 42:5) Puso en balanza su grandeza como rey y la relación de amistad con su Dios; la balanza se inclinó hacia lo más valioso:  lo eterno. Su fe en Dios purificó su corazón…

Durante unas mini-vacaciones de las que disfrutáramos a principios del pasado mes de marzo, de todas las experiencias vividas, me emocionó sobremanera la narración de una historia que me hiciera un niño de solamente 6 años, de manera tan dramática que daba gusto escucharlo.

Me narraba él, la historia de dos hombres, uno tan pobre que tenía que mendigar para poder subsistir, pero lleno del temor de Dios. El otro, era muy rico, tan rico, que decía que no necesitaba a Dios. Su Dios era el dinero… Un día el hombre pobre se enfermó y murió y al abrir sus ojos se encontró en un lugar muy hermoso y lleno de paz; su espíritu se gozaba en la presencia de su Salvador adonde ángeles le llevaron por creerle a Dios. Más tarde, murió el hombre rico, y al abrir sus ojos se encontró rodeado de tinieblas, de fuego y calor; había decidido pasar la eternidad en un lugar que la Biblia llama infierno lo cual Dios creó, no para los humanos, sino para Satanás y sus demonios.

Decía Caleb que se sentía feliz y triste a la misma vez al contar el desenlace de la historia… feliz por el hombre pobre, mas muy triste por el hombre rico. ¡Aprendamos de los niños porque de ellos es el reino de los cielos!

Y es que el destino final de cada cual, no lo decide Dios, sino cada persona por sí misma. El último capítulo de la historia de tu vida lo escribes tú. El anhelo de Dios es que todos y todas disfrutemos por siempre a su lado y para eso ya hizo provisión enviando a su Hijo Jesucristo al mundo “para que todo aquél que en Él cree no se pierda más tenga vida eterna.” (Juan 3:16) La decisión es tuya; tú escoges dónde habrás de pasar la eternidad.

Hay un dicho que dice que de la misma manera que se vive, asimismo se muere. Dijo Jesús a Pedro: “Vuelve tu espada a su lugar; porque todos los que tomen espada, a espada perecerán.” (Mateo 26:52) “No se engañen; Dios no puede ser burlado: Pues todo lo que el hombre sembrare, eso también segará. Porque el que siembra para su carne, de la carne segará corrupción; mas el que siembra para el Espíritu, del Espíritu segará vida eterna.” (Gálatas 6:7-8)

El que vive en falsedad vive en esclavitud espiritual. Es la verdad la que nos hace libres y asegura nuestros corazones delante de Dios. “Hemos aprendido a volar en el aire como los pájaros, hemos aprendido a nadar como los peces del mar, y aún no hemos aprendido el sencillo arte de vivir en paz con los demás. No importa cuánto se viva sino, cómo se vive; si se vive haciendo bien y se muere joven, se puede haber contribuído más que una persona que en su vejez, todavía vive preocupada sólo de sí misma.” (Martin Luther King)

Miguel de Unamuno decía: Todos los seres humanos sentimos un “ansia de no morir, un hambre de inmortalidad, un anhelo de eternidad.”

Mas todos sabemos que llegará un día en que habremos de partir de este mundo aunque no todos están preparados para enfrentar el momento crucial. Cómo, cuándo y dónde, nadie lo sabe, y aunque hay quien vive pensando que ese día llegará para otros y no para sí mismo(a), es completamente cierto que ese día le llegará. Mas, no temas; decide creerle a Jesús, el Hijo de Dios, quien te dice: “Venid a Mí todos los que están trabajados y cargados, y Yo los haré descansar.” (Mateo 11:28) “Yo soy la resurrección y la vida; el que cree en Mí, aunque esté muerto, vivirá.” (Juan 11:25)

Considera al íntegro, y mira al justo; porque hay
un final dichoso para el hombre y la mujer de paz.

Salmo 37:37

Por: Zaida C. de Ramón

Abril 2013

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A fin de conocerle...

¿Cuántos han pensado que Dios es un misterio cuando les surgen interrogantes sobre los desastres naturales, cuando vienen crisis y ocurren tragedias, cuando enfermedades postran a personas que consideran buenas, aún cuando se cuestionan cómo las aves saben cuándo emigrar hacia el sur, y hasta… la muerte misma de Jesucristo?

Ese es el concepto que muchos tienen de Dios… como un misterio, porque no lo pueden comprender por medio de sus razonamientos. Mucho conocimiento humano, mas huérfanos y necesitados de la sabiduría divina, esa que está oculta para quienes basan su fe, no en el poder de Dios, sino en el conocimiento de los hombres… lo que el apóstol Pablo llama insensatez para con Dios.

El Señor conoce los pensamientos vanos de los que se consideran sabios. Los que quieran ser sabios, háganse ignorantes, -eso nos dicen las Sagradas Escrituras. ¡Qué absurdo… tremenda paradoja! Y es que la sabiduría de Dios no se encuentra en los libros, ni en las tradiciones, ni en doctrinas o preceptos de hombres… “El principio de la sabiduría es el temor de Dios.” (Proverbios 1:7)

No es razonando, es creyendo. Tal misterio no es revelado en la religión, sino mediante la fe, en una relación. La religión enseña sobre Dios; en la relación se conoce a Dios… Hay que nacer de nuevo para recibir la revelación del misterio oculto. Lo que cuenta para Dios es una nueva creación, es la fe que obra por el amor, pues el conocimiento envanece, mas el amor edifica. (1 Corintios 8:1) ¡Qué experiencia hermosa vivimos el día en que conocimos al Dios de Amor! ¡Cuánta paz, gozo y seguridad nos da el tener la certeza de que Dios nos ama!

Jesús dijo: Esta es la vida eterna: que te conozcan a Ti, el único Dios verdadero, y a Jesucristo, a quien has enviado. (Juan 17:3) Es a través de Jesucristo que podemos conocer a Dios; no hay otra forma. “Si me conocieran, también a mi Padre conocerían.” (Juan 14:7)

El hombre natural no percibe las cosas que son del Espíritu de Dios, porque para él son locura, y no las puede entender, pues se han de discernir espiritualmente. (1 Corintios 2:14) Mas Dios nos las reveló a nosotros por el Espíritu; porque el Espíritu todo lo escudriña, aún lo profundo de Dios. (1 Corintios 2:10)

En cierta ocasión una mujer samaritana fue al pozo a sacar agua y allí se topó con alguien que la estaba esperando para satisfacer, no su sed física, sino la espiritual, alguien que necesitaba revelarle el misterio de Dios, el cual hasta entonces, le había estado oculto. “Si conocieras el don de Dios,” -le dijo Jesús- “y quién es el que te dice: Dame de beber; tú le pedirías y Él te daría agua viva.” Esa agua, que sería en ella una fuente de vida eterna, llenaría el vacío de su corazón y calmaría la sed que el agua del pozo no le podía saciar… la del alma.

La mujer, no entendiendo el mensaje tan incomprensible para su mente natural, echó mano de su religiosidad, pensando más en la necesidad del cuerpo que en la del espíritu. Pero, irónicamente, era fiel a su religión, mas no a Dios, confrontándola Jesús con su doble vida y haciéndole ver que a Dios no se adora con la mente sino con el corazón, en espíritu y en verdad. Dios es espíritu… y en el espíritu es que lo podemos conocer y adorar.

La mujer, confundida, le dio a entender que el Mesías que estaban esperando sería quien le aclararía todas las cosas. –“Yo soy, el que habla contigo,” –le dijo Jesús. La mujer soltó el cántaro y salió corrriendo, maravillada de que le hubiera dicho todo lo que había hecho. (Juan 4)

Para los sabios atenienses, el apóstol Pablo era un palabrero pues les hablaba sobre el evangelio de Jesucristo que para ellos era cosa extraña que no podían entender. Se consideraban muy inteligentes y muy religiosos pero estaban entregados a la idolatría, lo que enardeció el espíritu de Pablo. Pasando por los santuarios vio un altar con una inscripción: AL DIOS NO CONOCIDO. “Al que ustedes adoran sin conocerle, es a quien yo les anuncio.” –les dijo Pablo. El Dios que hizo el mundo y todas las cosas que en él hay, siendo Señor del cielo y de la tierra… “En Él vivimos, y nos movemos, y somos.” (Hechos 17) “Y en ningún otro hay salvación; porque no hay otro nombre bajo el cielo, dado a los hombres, en que podamos ser salvos.” (Hechos 4:12)

Dios ahora manda a todas las gentes en todo lugar, a que se arrepientan, y reciban su amor por medio de su Hijo Jesucristo… a fin de conocerle.

“Sean consolados los corazones, unidos en amor, hasta alcanzar todas las riquezas de pleno entendimiento, a fin de conocer el misterio de Dios el Padre y de Cristo, en quien están escondidos todos los tesoros de la sabiduría y del conocimiento.” (Colosenses 2:2-3)

Bienaventurado el hombre que halla la sabiduría,
y que obtiene la inteligencia; porque su ganancia
es mejor que la ganancia de la plata, y sus frutos
más que el oro fino. Más preciosa es que las
piedras preciosas; y todo lo que puedes desear,
no se puede comparar a ella.

Largura de días está en su mano derecha; en
su izquierda riquezas y honra. Sus caminos son
caminos deleitosos, y todas sus veredas paz.
Ella es árbol de vida a los que de ella echan mano,
y bienaventurados son los que la retienen.

Proverbios 3:13-18

Por: Zaida C. de Ramón

Marzo 2013

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Firme, Absoluto, Inmutable

"Mas para ustedes, los que temen mi nombre, brillará el Sol de Justicia que les traerá salvación. Entonces saltarán de alegría como becerros cuando se apartan de la manada.” Malaquías 4:2 (RVC)

La evolución social, por no decir revolución mundial, y la involución espiritual que han estado manifestándose en los últimos tiempos, no tienen nombre, como decimos en Puerto Rico cuando nos referimos a algo que traspasó los límites de lo que es normal; se pasó de la raya, colmó la copa…

Los cambios que poco a poco se han ido infiltrando en la sociedad y acogidos por una mayoría rendida a la tolerancia, son materia de análisis y evaluación, lo que dejo al interés de cada cual en la certeza de que no es secreto ni misterio lo que se vive, se ve, se lee y se oye de día en día en nuestra sociedad y más allá de nuestras fronteras.

Ante tal panorama, una cosa merece la mayor de las atenciones: las consecuencias que ya se están viendo y que, sin lugar a dudas, afectan y afectarán a todo el que se ha dispuesto seguir esa corriente… y ésto, a nivel personal, familiar, social, nacional y mundial. El mundo seguirá su curso, cambiando, o mas bien, tergiversando, lo establecido por Dios, para su propio mal; mas Dios no cambia… Él es el mismo ayer, hoy y por los siglos. ¡Firme, Absoluto, Inmutable!

El Dios que confrontó a Adán con su desobediencia, es el mismo Dios de hoy. El que enfrentó a la generación de Noé, y a la de Lot en Sodoma y Gomorra, a David, a Moisés, a Jonás, a Simón Pedro, a Ananías y Safira, a los fariseos, y a tantos otros, es el mismo Dios de hoy… No cambia ni cambiará. Para Él, lo bueno, seguirá siendo bueno, y lo malo, seguirá siendo malo, aunque el mundo entero decida resistírsele, y esto incluye: reyes, presidentes, gobernadores, alcaldes, legisladores, etc, etc, etc.

Lo fundamental y lo más interesante de todo es que Dios es AMOR y no se complace en el  castigo, ni envía crisis o tragedias a persona o nación alguna. Simple y sencillamente… ¡Hay que tomar a Dios en cuenta! Cuando permitimos que nuestras fortalezas espirituales sean debilitadas, suceden cosas… Fuimos creados para permanecer en Él y para adorarle con corazón puro… en espíritu y en verdad. “El que habita al abrigo del Altísimo, morará bajo la sombra del Omnipotente.” Salmo 91:1

Por Amor, ya Dios llevó a cabo lo que tenía que hacer; su obra completa y perfecta ya fue consumada; ya hizo provisión para que la humanidad escape por su vida en el Arca que es Jesucristo, no de un diluvio en esta ocasión sino, de la muerte eterna… Vida y  Bendición con el Rey de Reyes, o Muerte y Maldición, alejados de Él, y ésto, por toda la eternidad. Depende de cómo cada cual decide usar su libre albedrío; ni Dios mismo coartará tal libertad…

El futuro eterno de cada cual está en sus manos; es ésta la decisión más crucial de todas las que se puedan haber tomado en toda la vida… y debe ser tomada ahora; despúes de la muerte será demasiado tarde... ¡Dios te Ama! Ámate tú también…

Honremos y exaltemos al que, en medio de las tinieblas y toda turbulencia, sigue siendo Amor, la Luz del mundo y el Príncipe de Paz. Donde abunda el pecado, sobreabunda la Gracia… Aunque muchos no lo adviertan, ¡Toda la tierra está llena de Su Gloria! 

“La misericordia y la verdad se encontraron; la justicia y la paz se besaron.
La verdad brotará de la tierra, y la justicia mirará desde los cielos.
Dios dará también el bien, y nuestra tierra dará su fruto.
La justicia irá delante de Él, y sus pasos nos pondrá por camino.”

Salmo 85:10-13

Adoración

Nunca se eleva el hombre a más altura
Que cuando a Dios adora reverente,
Porque el culto en espíritu ferviente
Une al gran Creador con la criatura.

¡Qué grande privilegio! ¡Qué ventura!
Hallar en Dios como en copiosa fuente,
El bien que busca con afán ardiente
El hombre en este valle de amargura.

El culto es el aroma desprendido
De las flores de amor, fe y esperanza,
Que en el humano espíritu han nacido.

Y bendición tras bendición alcanza
quien presta a Dios con corazón rendido
tributo de obediencia y alabanza.

Poema de: Carlos Araujo

Por: Zaida C. de Ramón

Febrero 2013

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Desde la Eternidad y hasta la Eternidad...

¿Qué es la vida? Ciertamente es neblina que se aparece por un poco de tiempo, y luego se desvanece. El hombre, como la hierba son sus días; florece como la flor del campo, que sopló el viento sobre ella y pereció, y su lugar no la conocerá más. (Santiago 4:14, Salmo 103:15-16)

Mil años delante de los ojos de Dios son como el día de ayer que pasó; son como un sueño. "La vida es sueño, un frenesí, una ilusión…" así describió la vida Calderón de la Barca en uno de sus famosos libros. “Enséñanos, oh Dios, a contar nuestros días, que traigamos al corazón sabiduría.” (Salmo 90:12)

Alguien, en su caminar por los diferentes senderos de su existencia, llegó a la conclusión de que la vida es un eco… Todo lo que damos, hablamos o hacemos vuelve a nosotros. ¡Pensamiento Interesante por demás!

El eco es un fenómeno acústico que se produce cuando una onda se refleja y regresa hacia su emisor. De ahí la comparación con el tema que nos ocupa… todo lo que sale regresa de una manera o de otra a quien lo originó, sea bueno o sea malo. “El hombre es polvo que vuelve a la tierra, como era, y el espíritu vuelve a Dios que lo dio.” (Eclesiastés 12:7)

Si observamos una fuente, veremos que el agua que sale vuelve a entrar, y así continúa su curso, recibiendo para atrás lo que da, ni más ni menos… un símbolo de lo que es Jesús en el creyente: una fuente de agua que salta para vida eterna.

Quienes han visto la película “Hachi” tienen que haberse conmovido sobremanera al vivir la experiencia de ver cómo la fidelidad de un perro hacia su amo derriba toda barrera hasta llegar a la muerte misma en agradecimiento a quien lo cuidó y amó desde el momento en que se encontraron. ¡Tremenda lección para los humanos! Tal firmeza y constancia en el animal hizo que los testigos de esta historia, basada en un hecho real, erigieran un monumento, no al amo, sino al perro amigo que hasta el fin honró la relación de amistad, trascendiendo la noticia de su hazaña las fronteras de su país.

Los niños tienden a arrimarse y devolver en confianza y simpatía a quienes le brindan atención y cariño, lo que para ellos supone una seguridad. El ejemplo más hermoso lo vemos en Jesús cuando los tomaba en sus brazos, ponía sus manos sobre ellos y los bendecía; su amor puro y sincero hacía que ellos se acercaran a Él sin temor alguno.

Lo que tú envías, vuelve a ti. Tú recoges, lo que siembras. Lo que das, es lo que recibes.

Conociendo Dios la naturaleza de la humanidad, tenía que idearse una manera de provocarle a interactuar, no por interés, sino por amor. La satisfacción recibida al darse de esa manera sobrepasa en valor y bienestar la recompensa de recibir. Por eso, nos dice: “Así que, todas las cosas que ustedes quieran que los demás hagan con ustedes, así también hagan ustedes con ellos.” Mateo 7:12

También nos recuerdan las Escrituras que todo lo que el hombre sembrare, eso también segará. Se cosecha el fruto de la semilla que se siembra… “El que siembra para su carne, de la carne segará corrupción; mas el que siembra para el espíritu, del Espíritu segará vida eterna.” (Efesios 6:8)

El sabio Salomón nos advierte que aunque un hombre viva cien años, y en todos ellos tenga gozo, que se acuerde que los días de las tinieblas serán muchos. Todo cuanto viene es vanidad… (Eclesiastés 11:8) Andemos, pues, sabiamente aprovechando bien el tiempo, pues los días son malos. Fuimos creados en Cristo Jesús para buenas obras, las cuales Dios preparó de antemano para que anduviésemos en ellas. (Efesios 2:10) Por larga que sea la existencia no lo es más que la eternidad que nos aguarda; el cuerpo vuelve a la tierra, mas el espíritu es eterno.

El hombre no logra entender la obra que ha hecho Dios desde el principio hasta el fin. Podría citar las diferentes ideas o filosofías de lo que para algunos significa la existencia del hombre en la tierra, mas, por encima de todos los pensadores está la más completa y exacta definición de lo que es la vida: La vida es Cristo. “Yo soy el camino, y la verdad y la vida, y nadie va al Padre sino por mí.” (Juan 14:6)

En esas palabras de Jesús se encuentra el mensaje fundamental y vital... vital porque encierran el propósito de nuestra peregrinación en la tierra y más allá… la eternidad: “Llegar al Padre por medio del único camino: Jesucristo, el Señor.” En Él está la vida, y la vida es la luz que resplandece en las tinieblas. “Y esta es la vida eterna: que te conozcan a Ti, el único Dios verdadero, y a Jesucristo, a quien has enviado.” (Juan 17:3)

En el comienzo de un nuevo año, y en la esperanza de ver nuestros anhelos realizados, no hay mejor y más sabia decisión que disponer nuestra voluntad hacia aquello para lo cual fuimos creados: amistarnos con Dios el Padre y establecer con Él una relación basada en la fe y el amor.

Si Hachi, en agradecimiento a su amo, permaneció fiel hasta la muerte en la esperanza de volver a disfrutar de su compañía, cuánto más nosotros debemos de vivir en amores con nuestro Salvador quien no cesa de bendecirnos, y como siempre digo… sin merecerlo. Amístate con Dios, deléitate en el Admirable y las peticiones de tu corazón te serán concedidas.

Con amor eterno te he amado, dice el Señor, por tanto, te prolongué mi misericordia. (Jeremías 31:3) Su amor es desde la eternidad y hasta la eternidad…

Hazme saber, oh Dios, mi fin, y cuánta sea la medida de mis días; sepa yo cuán frágil soy. He aquí diste a mis días término corto, y mi edad es como nada delante de Ti; ciertamente es completa vanidad el hombre que vive. Ciertamente como una sombra es el hombre; ciertamente en vano se afana; amontona riquezas y no sabe quien las recogerá. Y ahora, Señor, ¿qué esperaré? Mi esperanza está en Ti.

Salmo 39:4-7

Por: Zaida C. de Ramón

Enero 2013

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