En el
mundo actual se está dando un fenómeno que, a nosotros los creyentes en
Jesucristo, no nos ha tomado por sorpresa, puesto que es una profecía
cumplida, pero no deja de inquietarnos y preocuparnos, no por temor, sino
por compasión de tantos que, si a tiempo no se arrepienten,
y reciben el amor de
Dios,
se perderán
eternamente. "El pecado y la maldad se multiplicarán"
La
sociedad, a nivel
mundial,
ha
llegado a una
confusión tal en sus estilos de vida,
que
nos cuesta creer lo que se está viendo y oyendo. ¡A
lo bueno, se
le llama malo, y lo malo se acepta como bueno! Si nos diéramos a la tarea
de hacer una lista de todas las aberraciones que el mundo está aceptando
como algo normal, sería ésta tan extensa que no cabría en esta página.
¡Cómo han cambiado
los tiempos! "Como en los tiempos de Noé, y como en los tiempos de Lot"...
Así está escrito.
Empezando por las modas -Algunas mujeres, sin decoro alguno, se esmeran
más en desvestirse que en vestirse, despojándose a sí mismas del respeto y
dignidad que debe inspirar toda mujer, provocando a los hombres, como si
fueran ellas objetos puestos en un anaquel de gangas y especiales. ¡Ay de
aquel que se inmiscuya en su desenfreno tratando de coartarle su
"libertad" e invadirle su "espacio"! ¡Pobrecita! La mujer se puede vestir
elegantemente y de acuerdo a la ocasión sin necesidad de recurrir a lo
vulgar e indecoroso.
Los
hombres han liberado sus inhibiciones con sus pantallas en ambas orejas,
las cejas, piernas y axilas depiladas, lo que antes era propio de las
mujeres, gritando al mundo su inseguridad y falta de identidad. Buscan
satisfacer sus apetitos carnales en la droga, alcohol y sexo barato,
manifestando claramente la rebelión y la ausencia de un modelo paternal
que los pueda moldear con su ejemplo.
El cuerpo, la envoltura
física en la cual a Dios le plació colocar el alma y el espíritu del ser
humano para que fuera el templo del Espíritu Santo, ha sido masacrado sin
misericordia con tatuajes de la cabeza a los pies. La gente gritándole al
Dios soberano que detestan la sencillez con que fueron creados. "Mejor
muerta que sencilla", decía una mujer refiriéndose a los muchos aparejos a
los cuales está acostumbrada, buscando sentirse bien con ella misma. !Qué pobre
manera de apreciar su valor!
El
closet se abrió para muchos que pertenecen a un tercer grupo de seres
humanos, desafiando de una forma crasa la creación divina y demandando con
todas sus fuerzas que se reconozca su estilo de vida como algo "normal".
¡De todo punto imposible! Dios creó a un hombre y a una mujer para que se
unieran en matrimonio y formaran una familia funcional. Cualquier otra
forma es una aberración y degeneración.
¡Y cuántas otras cosas
raras se están viviendo! ¡Estando la tierra llena de la Gloria de Dios!
"La luz vino al mundo, y los hombres amaron más las tinieblas que la luz,
pues sus corazones están engrosados. No vienen a la luz para que su maldad
no sea descubierta." (Juan 3:19-20)
Respetamos el libre albedrío de cada cual a tomar las decisiones que
considere convenientes según su propio criterio, pero de ninguna manera,
los que hemos conocido la verdad y el amor de Dios nos añadiremos a
aquellos que tienen en poco lo establecido por el Creador, aceptando y
considerando estas conductas como normales, sin serlo. Toda esta amalgama
de raros comportamientos tiene un nombre: REBELIÓN hacia un Dios Soberano
y Santo. ¡Dios
guarde a las familias!




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