Para algunos, la
FE, es un misterio, para otros es una ilusión; aún hay otros que
piensan que es locura y otros tantos la consideran … fanatismo. Para
el que cree … Es poder de Dios. Aún entre los
creyentes, muchos no la entienden, razón por la cual no saben cómo
ejercitarla, resultando en el descuido de la fuente que la origina,
entonces viene el desánimo, la indiferencia, la duda y la
incredulidad.
Hay varios
puntos muy importantes, los cuales debemos de tener claros … estos
son:
-
Ningún ser
humano puede crear fe…
“Es Jesús el autor y consumador de la Fe.” (He.12:2)
-
La Fe no es ver
… es creer.
“Es, pues, la
fe la certeza de lo que se espera, la convicción de lo que no se
ve.” (Hebreos 11:1)
-
La FE obra por el Amor.
"Porque en Cristo Jesús ni la circuncisión vale algo, ni la
incircuncisión, sino la Fe que obra por el amor". (Gálatas
5:5)
-
La verdadera Fe
no está fundamentada en palabra de hombre alguno, sino … en la
palabra de Dios. No es creer a los hombres; es … creer a Dios.
“Así que la Fe viene por
el oir, y oir, la Palabra de Dios.” (Romanos 10:17)
-
La mano de Dios
no se mueve por las necesidades sino … por la Fe.
“Sin Fe es imposible agradar a
Dios.” (Hebreos 11:6)
Nuestras
peticiones deben estar fundamentadas en la Palabra de Dios, creyendo
lo que Dios dice para que sean contestadas.
“Esta es la confianza que tenemos en
Él,
que si pedimos alguna cosa conforme a su voluntad, Él nos oye.
Y si sabemos que Él nos oye en
cualquier cosa que pidamos,
Sabemos que tenemos las peticiones que le hayamos hecho.
1 Juan 5:14-15
¿Anhelas que tus
necesidades sean suplidas?
“Confía en Dios, y haz el bien; y
habitarás en la tierra, y te apacentarás de la verdad.
Deléitate asimismo en el Señor, y Él te concederá las peticiones de tu
corazón.” Salmo 37:3-4.
¿Deseas vivir una
vida victoriosa aún en medio de la adversidad?
“… Esta es la victoria que ha
vencido al mundo, nuestra FE.” 1 Juan 5:4.
Hay aún otro
factor que es vital para el o la que anhele ver sus peticiones
contestadas y el cual, en ocasiones, no se toma en cuenta, se obvia, se
ignora y se pasa por alto su importancia.
“El limpio de manos y puro de corazón … él recibirá bendición del
Señor.” Salmo 24:4,5.
No se puede tener
fe, si nuestro corazón nos reprende; no se puede confiar en Dios, si
nuestros asuntos no están en orden; no podemos creer, si no tenemos
paz con Dios. “Amados, si
nuestro corazón no nos reprende, confianza tenemos en Dios; y
cualquier cosa que pidamos la recibiremos de Él, porque guardamos sus
mandamientos, y hacemos las cosas que son agradables delante de Él.” 1Juan.3:21-22.
En este tiempo,
más que en ningún otro, hay ciertos asuntos en la vida de muchos, que
están siendo impedimentos para poder disfrutar de una vida plena y
abundante tal y como Jesús nos
vino a dar. Estos están obstaculizando el libre fluir de las
bendiciones que Dios tiene para cada cual. Seamos valientes y pongamos
en balanza lo verdadero y permanente y que trae tras sí la bendición,
y al otro lado, aquello que es efímero, temporero y que esconde en sí
la maldición. ¿Qué prefieres? ¿Hacia cual lado se inclina tu balanza?
Si llamándote
cristiano(a), hay algo en tu
vida que sabes que va en contra de los principios divinos, pero no lo
quieres dejar, no te extrañe que sean las consecuencias que le siguen
las que te quieren robar la paz, aquello
para lo cual no tienes solución y … entonces deseas que Dios
intervenga, pero, ¿sabes? Él está dispuesto, si te comprometes a poner
tu casa en orden, a cambiar tu estilo de vida y a ponerlo a Él en
primer lugar.
“Mas buscad
primeramente el reino de Dios y su justicia y todas las demás cosas te
serán añadidas.” Mateo 6:33. "Justificados, pues, por la fe, tenemos
paz para con Dios por medio de nuestro Señor Jesucristo." Romanos 5:1.
Entonces sí
podremos pedir con FE, no dudando nada …confiando y esperando con gozo
la contestación a todas nuestras peticiones.
“Y a Aquél que es poderoso para hacer
todas las cosas
mucho más abundantemente de lo que pedimos o
entendemos,
según el poder que actúa en nosotros,
a Él sea la gloria
en la iglesia en Cristo Jesús por todas las edades,
por los siglos de
los siglos. Amén”. Efesios 3:20-21
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