El Verdadero Amor
Señor, ¡qué bueno
es amarte!
Oh, ¡qué bueno es serte fiel!
¡Qué bueno es en todo tiempo
una alabanza tener!
Quiero alabarte,
adorarte
en espíritu y verdad
y así poder compartir
tu amor con la humanidad.
Es necesario
entregarse
sin reservas, mi Señor
para poder conocer
ese verdadero Amor.
Aquel que Tú nos
mostraste
en aquella cruenta cruz
manifestándolo al mundo
en tu Hijo amado: JESÚS.
Perfeccióname,
Dios mío;
perfeccióname en tu amor
para guardar siempre puro
y santo mi corazón.
Ese amor que es
sufrido,
que en vez de recibir, da;
no se goza en la injusticia,
mas se goza en la verdad.
Aquél que no tiene
envidia,
no sabe de vanidad,
todo lo cree y soporta,
que es y siempre será.
Es el camino
excelente,
también es la Ley real,
es mayor que la esperanza
y que la fe: la Caridad.
Ese es el amor,
Dios mío,
que quiero manifestar
a este mundo que se pierde
porque no sabe amar.
Llena de amor a tu
pueblo;
se establezca la unidad;
para que entonces podamos
al mundo testificar
que el REY de Reyes hoy reina
y por siempe reinará.
--- Zaida C. de Ramón ---
¡Grande Privilegio!
¡Qué
bueno es obedecer
al Dueño del universo!
No merecemos tal honra...
¡Es un grande privilegio!
Nuestro
Dios en las alturas
es Soberano y Supremo,
es grande Su Majestad
Su gloria cuentan los cielos.
Todo
aquello que creó
con Su palabra y con celo,
lo colocó en su lugar …
Él vio que todo era bueno.
Mas aún,
algo faltaba,
no podía obviar el resto,
Quería ser Padre de hijos
que le guardaran respeto.
Que
caminaran con Él,
Le confiaran sus secretos,
Como al Padre que les ama,
Como Amigo en todo tiempo.
Entonces
determinó
como Propósito Eterno
el darnos lo más preciado,
lo más valioso y perfecto:
Al que con sangre pagó
por ti y por mí …¡Gran Misterio!
No
menosprecies tal don
No ignores Su mandamiento
¡Obedecer al Señor
es un grande privilegio!
--- Zaida C. de Ramón ---
Paz
Verdadera
Paz, virtud divina,
la que el
mundo anhela
la que con sus fuerzas
trata de
obtenerla ...
Por más que te esmeres,
por mas
que lo intentes
jamás de esa forma
podrás
poseerla.
La paz no es palabras,
ni
ausencia de guerra.
La paz no se crea,
tampoco se
inventa.
Con todo el dinero que existe en
la tierra ...
ni aún con tu vida,
podrás
obtenerla.
Paz que sobrepasa
todo
entendimiento.
Aún para los sabios la paz es
misterio.
No es con la razón,
no es el
intelecto
Jamás de esa forma
podrás
comprenderlo.
La paz la da Dios ...
regalo del
cielo
por gracia infinita
que no
merecemos.
Para los humildes,
para los
honestos
Dádiva divina
que no tiene
precio.
Busca la justicia,
cree al
Verdadero.
Entra en amistad
con el Dios
eterno.
Solo hay un camino,
único
sendero,
Príncipe de paz ...
Jesús, el
Cordero.
Nuevas de gran gozo
te traemos
hoy
Esa paz que anhelas;
es la paz
de Dios.
Es la paz que sacia,
es la paz
que llena
Recibe y disfruta …La paz
verdadera.
--- Zaida C. de Ramón ---
JESÚS es la
Navidad
¡Con cuánto
anhelo se espera
la época de Navidad!
“Hay que comenzar la fiesta;
es tiempo de celebrar.”
Sin saber por qué festejan,
sin conocer la Verdad,
comienza la algarabía
de lo que NO es Navidad.
¡Que triste la condición
que vive la sociedad!
Al mundo dan pleitesía
los que en tinieblas están.
Buscan llenar un vacío
que con nada llenarán.
Solo Cristo satisface.
¡JESÚS es la Navidad!
La tradición con su engaño
a muchos suele atrapar.
Hacen todo por costumbre
sin siquiera razonar.
El que está en Cristo se goza
en espíritu y verdad.
Hay gratitud en el alma …
¡Cada día es Navidad!
Es Navidad vida nueva,
es dejar lo viejo atrás,
Es empezar sin reservas
con Jesús ... una amistad.
Si en verdad quieres gozarte,
si anhelas un cambio ya ...
Dile que sí a Jesucristo
¡Haz de Él tu
Navidad!
--- Zaida C. de Ramón ---
Atiende al Consejo, Joven
Oye joven, sé
prudente;
apártate para Dios
Entrégate a El por completo;
toma hoy la decisión.
El mundo mucho te
ofrece;
se presenta en su esplendor
Pero al final del camino
todo es desilusión.
La carne con sus
pasiones
provoca a la tentación
Si no la vences a tiempo,
te lleva a la perdición.
Es una trampa, no
cedas;
es lazo del tentador
Repréndelo en el momento,
si no, te espera el dolor.
Mira arriba, hacia
el cielo;
busca el rostro del Señor
Es el refugio seguro,
el lugar de bendición.
El es el Amigo
fiel;
conoce tu corazón
Es el que llena el vacío;
da plena satisfacción.
Sé sabio, sigue a
la meta;
haz tú como el corredor,
se sacrifica a sí mismo
por tener el galardón.
Si así hacen los
atletas
que ejercitan con tesón,
aprende el ejemplo, joven;
el cielo es de más valor.
Nunca, nunca
menosprecies
a tan grande salvación
Te aconsejo que la guardes
con temor y con temblor.
--- Zaida C. de Ramón ---
Sed Santos
Señor, Tú nos
quieres santos,
ayúdanos a lograrlo.
¡Son tantas las influencias
que se presentan a diario!
El mundo con su
atractivo
trata siempre de apartarnos;
No permitas que nos toque ...
Enséñanos a cuidarnos.
Danos la sabiduría
que todos necesitamos
para poder discernir
entre lo bueno y lo malo.
La carne con sus
sentidos
trata también de atraparnos,
tal parece que se olvida
que estamos crucificados.
Como Tú bien nos
conoces
y nada pasas por alto
fue por eso que enviaste
al buen Espíritu Santo.
Ese gran Ayudador
que quiere siempre guiarnos;
nos ayuda en la oración
para que estemos velando.
Si en espíritu
vivimos
y si en espíritu andamos,
no tenemos que temer
caminaremos triunfando.
Todo eso lo hace
El
nosotros solo nos damos
en un sacrificio vivo
para poder agradarlo.
Reconozco, mi
Señor
que eres Rey y soberano
sin tu ayuda, mi buen Dios,
nunca podremos lograrlo.
Abre los ojos,
Señor,
despierta a tu pueblo amado;
hazle saber de una vez
que todo está preparado.
Cuando la trompeta
suene
y Tú vengas a buscarnos
contigo solo se irán
los que se encuentren velando;
esos que se han mantenido
siempre fieles al Amado
guardando con mucho celo
un corazón puro y santo.
Porque Tú eres
santo, Dios
y Celoso te has llamado;
hoy nos quieres advertir:
"¡Sed santos, pues YO soy santo!"
--- Zaida C. de Ramón ---
Las
dos Hermanas
Quiero compartir
contigo
la historia de dos hermanas;
Se apreciaban mutuamente
y eran las dos muy amadas.
Huérfanas desde su
infancia,
su abuelita las cuidaba;
las instruyó, aconsejó
¡Cuánto ella se esmeraba!
Las dos en un
mismo ambiente,
las dos muy bien educadas
Pero ... ¡es triste decirlo!
Una necia ... la otra sabia.
Una atendía los
consejos
y siempre los practicaba;
era dulce, muy sumisa,
obediente, humilde y mansa.
La otra era
altanera,
a veces muy malcriada;
de aquello que le advertían
ella siempre se burlaba.
Siempre hacía lo
que quería,
según su prudencia andaba;
la pobre no imaginó
la vida que le esperaba.
Al caminar de los
años
cada cual en su jornada,
muy feliz era la sabia,
la necia muy desdichada.
Cada una cosechó
los frutos en abundancia;
Segaron lo que sembraron
¡Se cumplió así la Palabra!
No olvidemos esta
historia,
aprendamos la enseñanza;
pues la historia se repite
y siempre habrá dos hermanas.
---
Zaida C. de Ramón ---
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