Vida Reconstruída

Concebido por obra y gracia del Espíritu Santo, nacido en un pesebre con mansedumbre y humildad de corazón. Dividió la historia en antes y después de El. Su nacimiento fue anunciado muchos años antes de su llegada.

En ese gran día los cielos se abrieron en gloria y huestes angelicales anunciaron al mundo un mensaje de parte de Dios: "No temáis, porque he aquí os doy nuevas de gran gozo, que son para todo el pueblo; que os ha nacido hoy, en la ciudad de David un Salvador, que es Cristo el Señor." (Lucas 2:10-11)

En su niñez, los que lo oían se maravillaban de su sabiduría. Comienza su ministerio a los 33 años y algunos le llamaron "Carpintero" (Marcos 6:3) Razón por la cual dio un seminario sobre edificación; cómo construir sobre la roca. (Mateo 7:2) Dice en el Salmo 127, que si Dios no edifica la casa en vano trabajan los edificadores.

El libro sagrado, la Biblia, no registra el número de obras físicas o materiales de este carpintero, sin embargo, de vidas reconstruidas mediante su sanidad, liberación, y la resucitación sí cuentan en gran número. Su grandeza como carpintero de almas ha sido manifestada en los primeros 20 siglos de su era y al comienzo del siglo 21 su taller continúa abierto y activo las 24 horas del día. En El no hay variación, pues El es el mismo ayer, hoy y por los siglos.

Yo soy obra de ese carpintero. Tan pronto me presenté a su taller comenzó su obra en mí. Aun sin haberme tocado con sus manos, ya su palabra lo hizo porque El dice: "He aquí, yo estoy a la puerta y llamo; si alguno oye mi voz y abre la puerta, entraré a él, y cenaré con él y el conmigo" (Apocalipsis 3:20) Un día le permití entrar y ceno regularmente con El.

La palabra que primero tocó mi corazón fue Juan 3:16: "Porque de TAL manera amó Dios al mundo, que ha dado a Su Hijo unigénito para que todo aquel que en El cree, no se pierda, mas tenga vida eterna.

Como buen carpintero, usó esa palabra para martillarme y comenzar en mí una reconstrucción. (Jeremías 23:29) La edificación que yo mismo había hecho en mi vida pasada tenía que ser totalmente destruída; yo fui su constructor y todo lo que se hace sin Dios está mal construído. El comenzó su obra en mí y la terminará, completa y perfectamente. (Filipenses 1:6) Solo El sabe hacer todas las cosas como corresponde.

 

Indice de MensajesPágina Principal Próximo

 

    Online Users

Free Hit Counter

Ó Hijo de Carpintero - Maran-ata.Net - Todos los derechos reservados