La mirada en las cosas de arriba
Como seres humanos somos parte de un mundo el cual, con todo lo que ofrece, pretende acaparar los intereses de cada cual buscando llenar el lugar que solo a Cristo corresponde y que solo Él puede llenar. Debemos velar que en todo lo que hagamos, y donde quiera que nos movamos, sea nuestro Dios el que ocupe siempre el primer lugar. Amante Padre Celestial y dueño de mi vida: Gracias porque, estando nosotros muertos en pecados, nos diste vida juntamente con Cristo, y juntamente con El nos resucitaste. Creo que he resucitado y que mi vida está escondida con Cristo en Tí. Hay circunstancias que pretenden desviar mi mirada de lo eterno; no lo permitas. Ayúdame a mantener mis ojos en JESUS y en las cosas de arriba, no en las de la tierra. En el nombre de JESUS, AMEN. |
Efesios 2:5-6, Colosenses 3:1-3