Vencer con el bien el mal
En medio de una humanidad que, en su mayoría, vive aún en tinieblas, se topa el cristiano en ocasiones, con circunstancias que podrían llevarle a salirse del descanso que supone confiar en Dios e intentar echar mano de su propia prudencia, haciendo las cosas a su manera. Así es como funcionábamos antes de conocer al Admirable, pero ahora en el Señor, ponemos todas nuestras causas en sus manos, confiando y esperando en Él teniendo la certeza de que, en su tiempo ... Él hará. Amado Dios y Padre celestial: En ocasiones somos ofendidos, perseguidos, humillados, maltratados; pero yo no quiero pagar mal por mal ni tomar ninguna clase de venganza en mis manos, sino que, en el momento del conflicto, pueda poner mis causas en tus manos, confiando y esperando. Ayúdame a recordar que Tú dices que "tuya es la venganza, que Tú pagarás". Sabiendo que tu intervención en las vidas de tales personas es para salvación, confío plenamente en que, en tu tiempo, he de ver en sus vidas la huella de tu mano. Pon en mi corazón tal compasión que pueda alimentar y saciar la sed de mis enemigos si fuera necesario. Enséñame a siempre bendecir a los que me persiguen y a vencer con el bien el mal. En el nombre de JESÚS, AMÉN. |
Romanos 12:17-21