Manso y humilde de corazón
Cuando permanecemos inalterables, negándonos a reaccionar ante circunstancias que podrían llevarnos a dar rienda suelta a nuestras emociones, estamos honrando a Aquél que fue llevado como cordero al matadero y como oveja delante de sus trasquiladores, enmudeció y no abrió su boca. Aquél que nos dio el mayor ejemplo de humildad y mansedumbre, por lo que podía decir con propiedad: "Aprended de Mí, que soy manso y humilde de corazón; y hallaréis desacnso para vuestras almas; porque mi yugo es fácil, y ligera mi carga." Mateo 11:29-30. ¿Deseas descansar de aquello que te agobia, necesitas soltar la carga que por años has estado llevando sobre tus hombros, quieres alcanzar la paz que tu alma anhela? Aprende del Maestro Dios Padre de toda misericordia: Hazme tan humilde que pueda estimar a los demás como superiores a mí mismo(a). Enséñame a ver en tu Hijo JESÚS el modelo perfecto de humildad, y haya en mí el mismo sentir que hubo en El, quien estando en condición de hombre, se humilló a sí mismo, haciéndose obediente hasta la muerte. Quiero aprender de JESÚS a ser manso(a) y humilde de corazón y a no tener de mí mismo(a) un concepto más alto que el que debo tener. Ayúdame en mi debilidad para honrarte y agradarte, en el nombre de JESÚS, AMÉN. |
Filipenses 2:3-8, Mateo 11:29, Romanos 12:3