No tenía la menor intención
de identificarme como autora de estas Páginas, por cuanto, es mi mayor anhelo que en ésto y en todo sea mi
Señor
JESÚS
el
único que se lleve la gloria y la honra, pues sólo El la merece. Sin El y sin
la ayuda del Espíritu Santo, nuestro Ayudador, nada somos y nada podemos hacer.
"Toda buena dádiva y todo don perfecto desciende de lo alto, del Padre de
la luces, en el cual no hay mudanza, ni sombra de variación.
" Santiago1:17
Circunstancias
me han motivado a escribir estos datos sobre mi persona, simple y sencillamente
con el fin de agradecer a aquellos que han visitado nuestras Páginas y han sido
edificados, recibiendo bendición por medio de las mismas; y para satisfacer la
curiosidad de algunos que se intrigan cuando no encuentran en las Páginas el
nombre de la persona que las ha creado.
A aquellos que me han
escrito elogiando mis Páginas, les doy
las gracias una vez más en el nombre de nuestro Señor y les reitero que el único
digno de recibir honor y gloria y alabanza se llama JESUS de Nazaret, REY de
Reyes y SEÑOR de Señores.
Estamos
haciendo lo que el Señor nos ha mandado a hacer.
"Así
también vosotros, cuando hayáis hecho todo lo que os ha sido ordenado, decid:
Siervos inútiles somos, pues lo que debíamos hacer,
hicimos." (Lucas 17:10)
Mi nombre
es Zaida, Dietista de Profesión y Administradora del
hogar, de vocación. En un proceso natural y sutil he incursionado al
mundo de la cibernética tomada de la mano del Espíritu Santo de Dios,
mi Maestro y responsable de este atrevimiento de mi parte. Se me
ha abierto puerta grande y me dispuse a entrar por ella. El que me
llamó me ha respaldado porque hay un propósito: La gran comisión -
"Ir por todo el mundo y llevar el
Evangelio a toda criatura"
(Mr.16:15) y
¿Qué mejor medio que éste?
Si
el enemigo de las almas se ha infiltrado en la "Internet" para
cauterizar la mente y el corazón de algunos, nosotros, los creyentes en
Jesucristo estamos para hacer nuestra parte: Presentar a JESUS
para que muchos sean libertados.
Nadie
tendrá excusa en aquel
día.
Inundemos este medio
con la Verdad del Evangelio y combatamos todo engaño y falsedad, pues
para eso hemos sido llamados.
Hace
algunos años que conozco a JESÚS y desde entonces es mi Amigo inseparable. He vivido experiencias
hermosas en la vida pero ninguna se compara a ese encuentro personal que tuve
con mi amado Salvador, la experiencia de la salvación, la cual todos debemos de tener si
queremos ver a Dios cuando partamos de este mundo y pasar junto a El la
eternidad.
Nadie me convenció para que
dejara de creer en los ídolos y en la religión tradicional en la cual había
crecido. Había en mi
corazón un vacío inmenso lo cual nada ni nadie podía llenar. Comencé
junto a mi esposo y nuestros hijos a asistir con más frecuencia a la Iglesia
tradicional que solíamos visitar. En mi corazón sentía que ese vacío tenía que ver con
lo espiritual pero, todo lo que intenté
fue en vano; cada día se hacía mayor y ahora entiendo
por qué; ninguna religión puede saciar el hambre de Dios.
Solo Cristo
sacia, solo Cristo llena, solo Cristo satisface el espíritu del ser humano
puesto que fuimos creados a imagen y semejanza suya para que vivamos en
comunión con El.
Una
mañana en mi hogar, la más hermosa de todas, compartía con mi esposo este
sentimiento; le decía entre otras cosas, que anhelaba ver aunque fuera una
pequeña luz que alumbrara mi camino. Mi esposo fue el instrumento, que sin
conocer la verdad, me hizo ver que mi problema solo Dios lo
podía resolver. Me dijo lo siguiente: "Esa luz de la que tú hablas solo te la puede dar ése que
está ahí"; en su ignorancia me señaló una imagen supuestamente de JESUS que había en
nuestra habitación; y siguió diciendo: "Dios es el único que te puede ayudar".
Inmediatamente se hizo la luz en mi
vida; la ceguera espiritual que había en mí, como la hay en todo aquel que vive sin
Cristo en su corazón, se desvaneció. Es la fe en JESUS lo único que puede
alumbrar nuestro ser interior. "Yo,
la luz, he venido al mundo, para que todo aquel que cree en Mí no permanezca en
tinieblas." Jn.12:46. Yo pensaba que creía, pero ... no es creer con el intelecto, es
creer de corazón. No es la Religión la que alumbra el corazón, sino JESÚS
el Único que nos acerca a Dios para comenzar con El ... una Relación.
Se
marchó mi esposo a su trabajo y ahí quedé yo viviendo la experiencia más
maravillosa
que jamás había tenido.
Inmediatamente mi mirada, mi mente y mi corazón se elevaron al cielo, al
verdadero Dios, buscando el rostro del Señor. En ese momento recibí Su perdón
y Su amor. Mi corazón estaba tan dispuesto y mi
espíritu tan sensible al toque divino que en el momento, en un instante, sin
saber lo que me estaba aconteciendo, salí de las tinieblas a la luz admirable;
mi corazón se alumbró. Tuve la experiencia del nuevo nacimiento deleitándome
en el gozo inefable de la
salvación.
Inmediatamente comencé a anunciar las virtudes de Aquel que
me salvó, el que me sacó de las tinieblas y me trajo a su luz admirable.
Compartía con todos lo que me había acontecido, no un pensamiento, ni un sueño,
ni algo que alguien me contara... sino una experiencia real y personal de vida.
Desde entonces, no puedo callar, es imposible no dar a otros lo que sabemos con certeza, que
es eso lo que
todos necesitan. Debemos dar por gracia lo que por gracia hemos recibido. Cada
experiencia es única, diferente, pero todos, absolutamente todos, tenemos que
vivir la experiencia de la salvación, la experiencia del nuevo nacimiento.
Hay experiencias de sanidad, de
provisión, de fortaleza, de protección y de otras naturalezas - cualquiera de esas debe llevarnos a reconocer que
somos pecadores y que Dios nos amó tanto que envió a su Hijo para
que fuéramos salvos. Cuando Pedro vivió la experiencia de la pesca milagrosa
no se vanaglorió como si se lo hubiera merecido, sino que le dijo a JESUS:
Apártate de mí, Señor, porque soy hombre pecador. "Por cuanto todos
pecaron , y están destituidos de la gloria de Dios."
Ro. 3:23.
Ese
milagro lo llevó a reconocer y confesar que era un hombre pecador. Así
también nosotros.
Todos los seres
humanos tenemos que nacer de nuevo; aunque haya quienes no lo crean, esa es la
verdad.
"El que no naciere de nuevo, no
puede ver el reino de Dios."
Juan 3:3. ¿Piensas que eres bueno(a) y que no tienes que cambiar? Estás
errado(a) ... no hay ni uno bueno; necesitas un corazón nuevo para que puedas
ver el rostro de Dios.
Muchos se
cuestionan, ¿cómo es posible que habiendo sido bautizada en la Iglesia
tradicional y habiendo estudiado por 12 años en escuelas religiosas haya
podido dejar la religión? -Es que cambié la religión por una persona: Cristo,
el señalado entre 10,000. El Deseado de todas las naciones, el más hermoso de
todos los hombres.
Nunca lo entenderán hasta que ellos mismos vivan su
propia experiencia. Cuando me enfrenté al Alto y Sublime quedé
impactada ante Su ternura y amor. Jamás dejaré a JESUS; encontrarme con El ha
sido la experiencia más hermosa y valiosa de todas las que he vivido. Lo único que
siento es no haberlo conocido antes.
Exhorto a
aquellos que aún no han dado ese paso de fe a que no lo sigan posponiendo. Esta
es la decisiðn más importante de tu vida. Lo que está en juego no es
cualquier cosa, es la salvación eterna, es
la
bendición más valiosa, para ti y los tuyos. ¿Lo
has probado todo o, casi todo? Te
falta probar a Cristo .... Pruébalo ... Es más
dulce que la miel.
Hoy
es el día de salvación
para ti. Corre, avanza, decídete hoy...mañana puede ser tarde.
Una cosa te aseguro: Jamás te arrepentirás. Vivirás eternamente agradecido(a).
"JESUS dijo:
Yo soy la resurrección y la vida; el
que cree en mí, aunque esté muerto, vivirá." Juan 11:25.
Tú también necesitas
Salvación
"Bienaventurados
los que tienen hambre y sed de justicia,
porque ellos serán saciados" MATEO.5:6
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