De cierto, de cierto os digo:
El que no entra por la
puerta en el redil de las ovejas,
sino que sube por otra parte,
ése es ladrón y salteador.
Mas el que entra por la puerta, el pastor de las
ovejas es.
A éste abre el portero,
y las ovejas oyen
su voz; y
a sus ovejas llama por nombre,
y
las saca. Y
cuando ha
sacado fuera todas
las propias, va delante de ellas;
y las
ovejas le siguen,
porque conocen su voz. Mas al extraño no seguirán, sino huirán
de
él, porque
no conocen la voz de los extraños.
Juan 10:1-5
El Salmo del Pastor
El
Señor es mi Pastor; nada me faltará.
En lugares de
delicados pastos me
hará descansar;
junto a aguas de reposo
me pastoreará.
Confortará mi alma;
me guiará por sendas
de justicia por
amor de su nombre.
Aunque ande en valle
de sombra de
muerte, no temeré mal alguno,
porque Tú
estarás conmigo; tu
vara y tu
cayado me infundirán aliento.
Aderezas mesa
delante de mí
en presencia de mis angustiadores;
unges mi cabeza con aceite; mi copa
está rebosando. Ciertamente
el bien
y la misericordia me seguirán
todos los días de mi vida,
y en la casa
del Señor moraré
por largos días.
Salmo 23 |
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No
hay una porción bíblica que más se conozca y que más se confiese que ... El Salmo
23. Aún los que no poseen una Biblia y que nunca asisten a iglesia alguna,
han memorizado este Salmo o parte de él, pero ... muchos, no han conocido al
Pastor del que habla el salmo.
Fui testigo de un caso muy
peculiar relacionado a esta aseveración. A continuación el relato:
Estando de visita en el hogar
de una joven a quien acostumbrábamos guiar en su vida espiritual, llegó de
improviso un hombre, amigo de ésta, quien había estado confinado en una
cárcel del país. Lo invitamos a participar del estudio y oración que
estábamos llevando a cabo, y sin pensarlo mucho así lo hizo. En el
intercambio de experiencias que se trajeron a colación, éste nos narraba
cómo por años había llevado guardada en su cartera, una copia del Salmo 23,
y cómo recurría a él en los momentos de dificultad. Esto había provocado en
él cierta curiosidad por las cosas de Dios.
Cuando pasaba por lugares en
que se estaba predicando, se acercaba a la multitud, con reservas. Cuando
hacían el llamado para aquellos que deseaban entregar su vida al Señor, éste
nunca se dispuso a dar el paso. Se conformaba con oir y luego se iba, hasta
la próxima oportunidad en que se repetía la misma situación, asumiendo él la
misma actitud. Su resistencia le impedía ver cuánto Dios le amaba y cómo
deseaba que su alma se salvara.
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Se había refugiado en el Salmo 23 pero nunca tomó la decisión de rendir su vida al Pastor
del Salmo.
Unos dos años después de esa visita en casa de
su amiga, nos enteramos de que el hombre había muerto. ¿Se salvó su alma? ¿Le
habría entregado su corazón a Jesús antes de partir de este mundo?
¿Aprovecharía lo que sabía del Salmo 23 y las oportunidades que Dios le
había dado? -No lo sabemos. Él
conocía el Salmo 23 pero, nunca supimos que hubiera conocido al Pastor del Salmo.
Esta porción bíblica como
cualquier otra, es semilla que Dios quiere sembrar en el corazón para para
revelar al Salvador ... Jesús de Nazaret.
Cada promesa establecida en
la Biblia se hace realidad en aquellos que son las ovejas del Pastor, los que
permanecen en el redil, los que han reconocido que necesitan quien los
dirija y enseñe y los que, sin reservas o condición alguna han rendido sus
vidas al Príncipe de los pastores, el Gran Pastor que dio su vida por las
ovejas.
¿Aún no eres parte del rebaño de ese redil?
¿Conoces el Salmo 23 pero no al Pastor del Salmo? No permitas que te ocurra
lo que al hombre de nuestra historia. El Buen Pastor te espera con los
brazos abiertos porque te ama y te quiere bendecir. ¡Ámale tú a Él! |
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Yo soy el buen Pastor;
el buen Pastor su vida
da por las
ovejas.
Yo soy el buen
Pastor;
y conozco mis ovejas,
y
las mías me conocen, así
como el Padre me conoce,
y yo conozco al Padre;
y
pongo mi vida por las
ovejas.
Juan 10:11, 14-15 |
También tengo otras ovejas que
no son de este redil; aquellas también debo traer, y oirán mi voz; y habrá un rebaño y
un Pastor.
Juan
10:16 |
¿Qué
hombre de vosotros, teniendo cien ovejas, si pierde una de ellas, no deja
las noventa y nueve en el desierto, y va tras la que se perdió, hasta
encontrarla? Y cuando la encuentra, la pone sobre sus hombros gozoso;
Y al llegar a casa, reúne a sus amigos y vecinos, diciéndoles: Gozaos
conmigo, porque he encontrado mi oveja que se había perdido.
Os digo que así habrá más gozo en el cielo por un pecador que se
arrepiente, que por noventa y nueve justos que no necesitan de
arrepentimiento.
Lucas 15:4-7 |
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|
Id,
pues, y aprended lo que significa: Misericordia quiero, y no
sacrificio.
Porque no he venido a llamar a justos, sino a pecadores, al
arrepentimiento.
Mat.9:13
-
Porque
el Hijo del Hombre vino a buscar y a salvar lo que se había
perdido.
Luc.19:10
-
Asi que,
arrepentíos y convertíos, para que sean borrados vuestros pecados;
para que vengan de la presencia del Señor tiempos de refrigerio. Hechos 3:19
-
"Y
en ningún otro hay salvación; porque no hay otro nombre bajo el cielo, dado a los hombres, en que podamos ser salvos ...
sino en el nombre de
JESÚS."
Hch.4:12
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Cantad alegres a Dios,
habitantes de toda la tierra.
Servid al Señor con alegría; venid ante su presencia con regocijo.
Reconoced que el Señor es Dios; Él nos hizo, y no nosotros
a nosotros mismos; pueblo suyo somos y ovejas de su prado.
Entrad por sus puertas con
acción de gracias, por sus atrios
con alabanza; alabadle, bendecid su nombre.
Porque el Señor es bueno; para siempre es su misericordia.
Y su verdad por todas las generaciones. Salmo 100
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"No temas, porque Yo estoy
contigo.
No desmayes,
porque Yo soy tu Dios
que te esfuerzo.
Siempre te ayudaré,
siempre te sustentaré
con la diestra
de mi justicia." Isaías 41:10 |
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Para
una Reflexión sobre el Salmo 23
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