La
Navidad es un
hecho histórico,
el más
extraordinario
evento ocurrido
en el planeta
tierra,
protagonizado
por Dios mismo,
en el que
manifiesta, sólo
por gracia, su
gran Amor por la
humanidad.
"De TAL manera nos
amó ..."
Lo que había que hacer para redimir al hombre de su triste
condición... comenzó en Belén hace más de 2000 años, para que el
propósito de Dios de establecer con el hombre una relación de
amistad, fuera cumplido. Se despojó de lo más preciado, Su único
Hijo, Jesús, quien se dió a sí mismo por amor a ti y a mí,
haciéndose uno más entre los mortales, para darnos vida, y vida en abundancia. Se colocó entre Dios y nosotros para
quitar del medio lo que impedía el que pudiéramos acercarnos a
Él... el pecado.
Jesús nació y murió por todos, pero no es por arte de magia que
recibimos la salvación. Si a Jesús le plació convertirse en
parte de la historia de la humanidad, fue con el propósito de
que cada ser en esta tierra, individualmente, le aceptara en su
corazón, NO por tradición, no por la mente, no por fe fingida,
sino... De Corazón... Una fe real y verdadera, resultado de un
corazón arrepentido con el firme propósito de no volver atrás.
Lo que había que
hacerse... Ya está Hecho... Dios hizo Su parte, cada cual tiene
que hacer la suya. Por tanto, si quieres disfrutar de Su
amistad, si quieres entrar en la Paz de Dios... solo CREE y
acepta con fe lo que Dios te está ofreciendo... a Jesús, el
Salvador de tu alma. ¡La tierra está llena de su gloria!

Es NAVIDAD la conmemoración del acto de Amor más grande y
sublime jamás igualado por ser alguno en la tierra. El Dios del
universo, el Creador de todo lo creado, el Todopoderoso Dios,
dejó su trono de gloria y se humilló tomando cuerpo de hombre
para salvarnos de la condenación eterna.
No vino a la tierra como un rey entre sus súbditos; vino como
una criatura salida de un vientre humano como tú y como yo; no
nació en cuna de oro ni lo vistieron de seda, hilo fino o
encajes, sino en un pesebre de paja rodeado de animales y
cubierto de pañales. Y, ¿sabes qué? No fueron los periódicos los
que anunciaron su llegada; un coro de ángeles bajados del mismo
cielo con sus voces en la más perfecta armonía proclamaban al
mundo la llegada del Mesías.

"¡Gloria Dios en
las alturas, y en la tierra Paz, buena voluntad
para con los hombres! " Lucas 2:14
No
fueron los gobernantes y dignatarios los primeros en conocer de
la noticia, sino pastores de ovejas, gente humilde, sencilla y
común, pero muy celosos de su rebaño. No se vanagloriaron por
haber sido escogidos como los primeros en enterarse de la buena
nueva, sino que comenzaron a glorificar y alabar a Dios por todo
lo que habían visto y oído.
La gloria del Señor los rodeó de resplandor al conocer la Gran
Noticia que produciría tremendo Gozo:
"Ha
nacido hoy, en la ciudad de David, un Salvador, que es CRISTO el
Señor." Lucas 2:10-11.
¡Esto es NAVIDAD!
La alegría de la Navidad surge de creer que nuestros pecados
fueron perdonados por Dios a través de Jesucristo, la ofrenda de
Amor más valiosa jamás dada a la humanidad, sin merecerla.
El ser humano busca gozarse en aquello que ni un ápice se
asemeja al gozo que se experimenta cuando recibimos la noticia
de la salvación y ésta se vuelve realidad en nuestras vidas. Es
ese el verdadero Gozo, un gozo inefable... No podemos expresar
con palabras lo que se siente al recibir en nuestro corazón a
Jesús, el Salvador, el Admirable Amor de los Amores, el Príncipe
de Paz...

La Tradición
A
través de los
años, la
tradición...
"sutileza hueca,
hija de la
religión y
esclava de las
costumbres
impuestas por la
sociedad", sin
espíritu, sin
vida y carente
de un
sentimiento
genuino de
sinceridad, ha
hecho que la
Navidad haya
perdido su
verdadero
significado.
¡Por fin
llegaron las
navidades! Es la
frase trillada
de los que,
ansiosos, buscan
llenar el vacío
que con nada
pueden llenar.
Una excusa para
entrar en el
festejo donde
los placeres
toman el dominio
de muchos, el
tiempo en que el
consumerismo
sube a los más
altos niveles de
irresponsabilidad
financiera.
Como parte de la
tradición, muchos se disponen a remodelar y adornar sus casas.
Las luces, guirnaldas y árboles de navidad, los regalos, comida
y bebida y los atuendos de vestir son la orden de la época. Pero
para nada se interesan en adornar lo más importante, su corazón.
¡Mucha tradición, mucha religión, pero... ninguna Relación!
¡Cuánto esmero y afán! ¡Cuánta preocupación y ansiedad! ¡Cuánto
anhelo por disfrutar de una alegre y feliz Navidad! ¿Eres tú
parte de este desenfreno cultural? En todo esto,
¿dónde está la verdadera Navidad? ¿Es con jolgorios, regalos y
adornos que se debe celebrar el nacimiento de Jesús, el Hijo de
Dios y Salvador del mundo? ¿Celebramos a Jesús o nos celebramos
a nosotros mismos?
El giro en retroceso y cuesta abajo que ha tomado la sociedad
actual, para nada dignifica y enaltece el verdadero significado
de lo que es la Navidad. Eso que el mundo llama Navidad, en vez
de acercar al hombre a Dios, lo aleja y lo enemista más y más.
¡La navidad del siglo 21! Esmérate tú en conservar la pureza de
tan hermosa celebración y cuídate de no añadirte a la lista de
los que celebran una
¡NAVIDAD QUE NO ES
NAVIDAD!