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Y
dije: ¡Quién me diese alas como de paloma!
Volaría yo y descansaría. Ciertamente huiría lejos;
moraría en el desierto. Me apresuraría a escapar
del viento borrascoso, de la tempestad.
SALMO
55:6-8
En
el Señor he confiado; ¿cómo decís a mi alma,
que escape al monte cual ave?
Porque,
he aquí, los malos tienden el arco, disponen
sus saetas sobre la cuerda, para asaetear en oculto
a los rectos de corazón.
Si
fueren destruidos los
fundamentos, ¿qué ha de hacer el justo?
El
Señor está en su santo templo; el Señor tiene
en el cielo Su trono; sus ojos ven, sus párpados
examinan a los hijos de los hombres.
El
Señor prueba al justo; pero al malo y al que ama
la violencia, su alma los aborrece. Porque el Señor
es justo, y ama la justicia; el hombre recto mirará
su rostro.
SALMO
11
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¿Estás
pasando por circunstancias en que desearías tener alas y
volar, salir del ambiente que te agobia e irte bien lejos?
Donde quiera que te vayas se van a dar situaciones que te
van a querer sacar de tu paz. Te encuentras en el momento
propicio e ideal para mostrar a todos que tus pies están
sobre la Roca, que no importa el motivo que quiera
asaltarte, tu confianza está en el Señor. El que huye sin
que nadie lo persiga es el impío, pero el justo está
confiado como un león. No desvíes la mirada de tu Dios y
mantente firme, confiando y esperando. Aquél cuyo trono
está cimentado en el juicio y la justicia, es por ti. Aprovecha y disfruta la
oportunidad de agradar al Admirable, creyendo en El.
"Porque ¿quién es Dios sino sólo el Señor? ¿Y qué roca
hay fuera de nuestro Dios?" (Salmo 18:31) |
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Gracias. ¡Dios te bendiga!
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