Lo contrario al amor es el odio; no hay términos medios ... O amas .. o, odias. ¡Qué difícil es aceptar que no siempre se ama! ¿Quieres saber en que condición está tu corazón con relación a esta aseveración? Si puedes perdonar al que te ofende de la misma manera que Dios te perdona a ti, estás andando en amor y disfrutando de la libertad que produce el perdonar. ¿Te cuesta perdonar? Si valoras tu salvación y el perdón de tus pecados, reconoce que, aunque en ocasiones no es fácil perdonar, es necesario hacerlo. Si no puedes, pero ... sí quieres, el Espíritu Santo te ayuda en tu debilidad. Toma hoy la decisión de perdonar a todos los que te han hecho mal ... y recuerda, el que está detrás del ofensor es el diablo, que quiere distanciarte de Dios para tu mal. ¡No ignores sus maquinaciones!