No teman; he aquí que les doy nuevas de gran gozo. Luc.2:10


 

Y aconteció que estando ellos allí, se cumplieron los días de su alumbramiento. Y dio a luz a su hijo primogénito, y lo envolvió en pañales, y lo acostó en un pesebre, porque no había lugar para ellos en el mesón.” Lucas 2:6-7

Jesús, no solamente se humilló al despojarse a sí mismo de su forma de Dios y hacerse semejante a los hombres sino que, la manera en que llegó al mundo es una de las lecciones de humildad que ser humano alguno jamás podrá pasar por alto.

¿Quién no ha visitado un zoológico, o estado en una finca donde hay animales? ¿Cuántas veces se tiene que recurrir a taparse la nariz porque el olor en ese ambiente se hace, en ocasiones, insoportable? No es mucho el tiempo que se puede permanecer en semejante lugar, ¿verdad?

Pues, cuando la Biblia nos dice que nuestro amado Salvador vino al mundo en un pesebre, no fue en un ambiente con olor a pino o lavanda ni gardenia… literalmente, fue en un pesebre donde se recostaban animales de carne y hueso con el olor que les caracteriza.

Le plació al Rey de Reyes y Señor de Señores escoger tal entorno de miseria para enseñarnos que no hay virtud que más nos acerque a Dios y que más bendición suponga para nuestras vidas, que la HUMILDAD. “Aprended de Mí, que soy manso y humilde de corazón; y hallaréis descanso para vuestras almas…” Mateo 11:29.

"Bienaventurados los pobres en espíritu, porque de ellos es el reino de los cielos." Mateo 5:3

"Os ha nacido un Salvador, que es Cristo el Señor" 
Lucas 2:11

La Navidad es un hecho histórico, el más extraordinario evento ocurrido en el planeta tierra, protagonizado por Dios mismo, en el que manifiesta, sólo por gracia, su gran Amor por la humanidad. "De TAL manera nos amó ..."

Lo que había que hacer para redimir al hombre de su triste condición... comenzó en Belén hace más de 2000 años, para que el propósito de Dios de establecer con el hombre una relación de amistad, fuera cumplido. Se despojó de lo más preciado, Su único Hijo, Jesús, quien se dió a sí mismo por amor a ti y a mí, haciéndose uno más entre los mortales, para darnos vida, y vida en abundancia. Se colocó entre Dios y nosotros para quitar del medio lo que impedía el que pudiéramos acercarnos a Él... el pecado.

Jesús nació y murió por todos, pero no es por arte de magia que recibimos la salvación. Si a Jesús le plació convertirse en parte de la historia de la humanidad, fue con el propósito de que cada ser en esta tierra, individualmente, le aceptara en su corazón, NO por tradición, no por la mente, no por fe fingida, sino... De Corazón... Una fe real y verdadera, resultado de un corazón arrepentido con el firme propósito de no volver atrás.

Lo que había que hacerse... Ya está Hecho... Dios hizo Su parte, cada cual tiene que hacer la suya. Por tanto, si quieres disfrutar de Su amistad, si quieres entrar en la Paz de Dios... solo CREE y acepta con fe lo que Dios te está ofreciendo... a Jesús, el Salvador de tu alma. ¡La tierra está llena de su gloria!

Es NAVIDAD la conmemoración del acto de Amor más grande y sublime jamás igualado por ser alguno en la tierra. El Dios del universo, el Creador de todo lo creado, el Todopoderoso Dios, dejó su trono de gloria y se humilló tomando cuerpo de hombre para salvarnos de la condenación eterna.

No vino a la tierra como un rey entre sus súbditos; vino como una criatura salida de un vientre humano como tú y como yo; no nació en cuna de oro ni lo vistieron de seda, hilo fino o encajes, sino en un pesebre de paja rodeado de animales y cubierto de pañales. Y, ¿sabes qué? No fueron los periódicos los que anunciaron su llegada; un coro de ángeles bajados del mismo cielo con sus voces en la más perfecta armonía proclamaban al mundo la llegada del Mesías.

 

"¡Gloria Dios en las alturas, y en la tierra Paz, buena voluntad
 para con los hombres! " Lucas 2:14

No fueron los gobernantes y dignatarios los primeros en conocer de la noticia, sino pastores de ovejas, gente humilde, sencilla y común, pero muy celosos de su rebaño. No se vanagloriaron por haber sido escogidos como los primeros en enterarse de la buena nueva, sino que comenzaron a glorificar y alabar a Dios por todo lo que habían visto y oído.

La gloria del Señor los rodeó de resplandor al conocer la Gran Noticia que produciría tremendo Gozo: "Ha nacido hoy, en la ciudad de David, un Salvador, que es CRISTO el Señor." Lucas 2:10-11. ¡Esto es NAVIDAD!

La alegría de la Navidad surge de creer que nuestros pecados fueron perdonados por Dios a través de Jesucristo, la ofrenda de Amor más valiosa jamás dada a la humanidad, sin merecerla.

El ser humano busca gozarse en aquello que ni un ápice se asemeja al gozo que se experimenta cuando recibimos la noticia de la salvación y ésta se vuelve realidad en nuestras vidas. Es ese el verdadero Gozo, un gozo inefable... No podemos expresar con palabras lo que se siente al recibir en nuestro corazón a Jesús, el Salvador, el Admirable Amor de los Amores, el Príncipe de Paz...

La Tradición

A través de los años, la tradición... "sutileza hueca, hija de la religión y esclava de las costumbres impuestas por la sociedad", sin espíritu, sin vida y carente de un sentimiento genuino de sinceridad, ha hecho que la Navidad haya  perdido su verdadero significado.  ¡Por fin llegaron las navidades! Es la frase trillada de los que, ansiosos, buscan llenar el vacío que con nada pueden llenar. Una excusa para entrar en el festejo donde los placeres toman el dominio de muchos, el tiempo en que el consumerismo sube a los más altos niveles de irresponsabilidad financiera.

Como parte de la tradición, muchos se disponen a remodelar y adornar sus casas. Las luces, guirnaldas y árboles de navidad, los regalos, comida y bebida y los atuendos de vestir son la orden de la época. Pero para nada se interesan en adornar lo más importante, su corazón. ¡Mucha tradición, mucha religión, pero... ninguna Relación!

¡Cuánto esmero y afán! ¡Cuánta preocupación y ansiedad! ¡Cuánto anhelo por disfrutar de una alegre y feliz Navidad! ¿Eres tú parte de este desenfreno cultural? En todo esto, ¿dónde está la verdadera Navidad? ¿Es con jolgorios, regalos y adornos que se debe celebrar el nacimiento de Jesús, el Hijo de Dios y Salvador del mundo? ¿Celebramos a Jesús o nos celebramos a nosotros mismos?

El giro en retroceso y cuesta abajo que ha tomado la sociedad actual, para nada dignifica y enaltece el verdadero significado de lo que es la Navidad. Eso que el mundo llama Navidad, en vez de acercar al hombre a Dios, lo aleja y lo enemista más y más. ¡La navidad del siglo 21!  Esmérate tú en conservar la pureza de tan hermosa celebración y cuídate de no añadirte a la lista de los que celebran una
¡NAVIDAD QUE NO ES NAVIDAD!

 

NAVIDAD es...

Navidad es Luz

Navidad es Paz

Navidad es Gozo

Navidad es Amor 

Navidad es Gracia

 Navidad es Perdón

 Navidad es Verdad

Navidad es Justicia

 Navidad es Amistad

 Navidad es Libertad

 Navidad es Fidelidad 

 Navidad es Humildad

 Navidad es Reflexión

  Navidad es Confianza

 Navidad es Lo Eterno

  Navidad es Sinceridad 

   Navidad es Vida Nueva

   Navidad es Misericordia

    Navidad es Comprensión

     Navidad es Lo Verdadero

     Navidad es Espíritu Nuevo

     Navidad es Nuevo Corazón

     Navidad es Buenas Noticias

     Navidad es Arrepentimiento 

     Navidad es Mente Renovada 

     Navidad es Dios con nosotros

               Navidad es ¡JESÚS en el corazón!         

 


 

 

 

 

 

Admirable, Consejero, Dios Fuerte, Padre Eterno, Príncipe de Paz


 

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