La salud emocional y espiritual de las familias de nuestros tiempos, en términos generales, está en condición crítica, caótica y preocupante. La cultura sana, los valores, la moral, el decoro y el respeto, en gran parte de nuestra sociedad, lamentablemente, es cosa del pasado, pertenecen a la historia. Y lo que más tristeza causa es que, ese rumbo acelerado y sin freno que esto ha tomado, en declive y cuesta abajo, no hay quien lo pueda detener.

Ni el Gobierno, ni la Religión, ni las Escuelas, ni Institución u Organización alguna, ha podido traer una solución eficaz y permanente que pueda suponer una esperanza de cambio positivo para la actual generación y mucho menos, para las que nos seguirán.

A nivel mundial, de nación o pueblo, todo esfuerzo ha sido vano, estéril e inútil, pero ... a nivel personal, aún hay esperanza. ¿Quieres hacer la diferencia en un mundo enfermo, perdido y sin remedio? ¿Deseas escapar con tu familia de la vorágine que cada vez ataca con más furia sin compasión alguna, en todas las áreas y en todo lugar?

Solo hay Un camino... JESUCRISTO; no hay más. El único que tiene el poder de darle a tu vida un giro de 180 grados. ¿Te gustaría conocerlo? ¿Quieres darle la oportunidad de obrar en tu vida y la de tus seres queridos? ¿Deseas entrar en el descanso y la paz que tu alma anhela y ser de bendición a tu amada familia?

JESÚS de Nazaret

Es la familia el fundamento de la sociedad y la que determina el bienestar y progreso o el deterioro y fracaso de la misma. Compuesta de varios miembros, viviendo bajo el mismo techo y con edades, intereses y responsabilidades diferentes, e influenciados todos por un mundo hostil, confuso y a la deriva, propio del tiempo que nos ha tocado vivir, necesita algo más que disposición y buena voluntad para mantenerla en el sitial en el cual Dios la colocó. 

Dios estableció un orden para la familia, el cual, cuando se pone en acción, da los resultados que garantizan la estabilidad emocional y espiritual necesaria para hacer del hogar uno completamente funcional; cada miembro, llevando a cabo la parte que le corresponde. ¡Unidos por Amor! Pero este orden se ha tergiversado, llevando a la sociedad a un caos progresivo y sin parada. 

El mundo, con sus "sabios especímenes llenos de tremendas ideas", se ha dispuesto desafiar al Creador, implantando como bueno todo aquello que va en contra de lo establecido por Dios; llaman a lo bueno, malo, y a lo malo, bueno. Lo bueno no cabe en su cabeza, porque no está de acuerdo con su baja y pobre manera de vivir. O sea, que el hombre ha determinado implantar su propio estilo y con ello le grita a Dios cada día: "Lo tuyo, Dios, no funciona; yo soy carne y tengo mis pies en la tierra, y conforme a eso vivo. No me digas cómo tengo que hacer las cosas, porque el dueño de mi vida soy YO." 

Al pobre ser humano se le olvida que es polvo y que, cuando menos se lo espera, de un soplo, se le acaba TODO. En su desenfreno no se detiene a evaluar y concientizar que está actuando neciamente, y que las consecuencias que se está acarreando, nadie las podrá impedir. "No te engañes; Dios no puede ser burlado: pues todo lo que el hombre siembra, eso también segará" (Gálatas 6:7)

Los frutos de esta putrefacta semilla, los tenemos ante nuestros ojos a diario: Familias disfuncionales, matrimonios en crisis, violencia que, en muchas ocasiones, termina en tragedia, jóvenes descarriados y confundidos por no tener un modelo digno de  imitar, niños abusados, en muchos de los casos, por sus propios familiares, maltrato físico, verbal y emocional, irresponsabilidad, desobediencia, falta de respeto, etc. Y todo esto, por no disponerse a obedecer a Dios, quien nos dejó Su Palabra... lo único que realmente funciona. 

Pero a muchos no les gusta obedecer a nadie, y mucho menos a un Dios que no ven, debido a su ceguera espiritual; cuando la naturaleza misma grita que hay un Dios Todopoderoso, Creador y Soberano, Alto y Sublime, que habita la eternidad, y cuyo nombre es el Santo y a quien TODOS debemos respeto, temor y obediencia. Ay del desobediente y rebelde... "Porque la paga del pecado es muerte, mas la dádiva de Dios es vida eterna en Cristo Jesús Señor nuestro" (Romanos 6:23)   Las víctimas inocentes: las familias, y por ende, toda la sociedad. 

El núcleo familiar cuyo centro es JESÚS, es el único que podrá salir ileso del bombardeo a que está expuesto de día en día. Solo el amor de Dios manifestándose en el hogar, a través de Jesucristo, puede hacer la diferencia en la familia, logrando la paz y armonía tan necesaria entre todos los miembros, no importando las circunstancias, exaltando así los verdaderos valores.

Algunos valores que deben manifestarse en la familia:
(AMOR de Dios en acción)

Amistad

Cordialidad Integridad Rectitud
AMOR Desinterés Lealtad Respeto
Bondad Discreción Libertad Responsabilidad
Colaboración Disposición Obediencia Sabiduría
Compasión Dominio Propio Paciencia Sensibilidad
Comprensión Fe Paz Sinceridad
Compromiso Honestidad Perdón Sujeción
Comunicación Generosidad Prudencia Temor de Dios
Confianza Gratitud Pulcritud Tolerancia
Consideración Humildad Puntualidad Unidad

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Permite que ese Personaje especial, el Señalado entre 10,000, el Rubio de Galilea, el Deseado de todas las naciones, y quien te ama como nadie,  haga su entrada en tu hogar y le marque con el sello indeleble que le identifica como Su propiedad. Es el sello que te garantiza la seguridad, en todas las áreas de tu vida, ahora en la tierra, y por toda la eternidad. ¡Aprovecha esta oportunidad! Puede significar el bienestar y la tranquilidad que tanto tú como tus seres queridos necesitan y anhelan. Estarías aportando, en lo que te corresponde, a hacer de esta sociedad una más agradable, armoniosa y habitable. ¡JESÚS de Nazaret, el Amado mío; hazlo tuyo también!

JESÚS de Nazaret

La Familia En el Orden de Dios
.

Siendo la familia una institución, la más importante de todas, no podía dejarla Dios desprovista de un orden necesario que sirviera de base sólida para contrarestar y enfrentar todos los embates que Él sabía iban a presentarse en cada hogar. Sabiendo el diablo lo que la familia significa para Dios y para la sociedad, no ha escatimado astucias y maquinaciones para llevar la misma a la confusión y degeneración. En su intento, ha podido ver que, socavando el fundamento del orden establecido, ha ganado ventaja sobre muchas familias, que obviando o ignorando el mandato divino, han decidido hacer las cosas a su manera, teniendo que enfrentar terribles consecuencias.

Considerando una familia funcional, compuesta de un matrimonio con sus hijos ... es el hombre la cabeza del hogar y sacerdote del mismo, quien debe de preocuparse, por sobre todo, que Cristo sea el centro y a quien él debe sujetarse para poder llevar a cabo la función que le ha sido encomendada por Dios. Representa la autoridad divina en el hogar y debe de tomársele en cuenta para toda decisión. Es su responsabilidad el sentar pautas y reglas que abonen a la sana convivencia y al buen funcionamiento del hogar, resultando esto en amor, respeto y unidad entre todos.

La mujer le sigue en autoridad, sujetándose a su marido y guardando el respeto propio de la relación, creando así un ambiente de paz y armonía en su hogar. Es responsable de velar por el bienestar de la familia, preocupándose porque lo que se haya establecido se cumpla, tratando cada asunto con sabiduría. "La mujer sabia edifica su casa; mas la necia con sus manos la derriba." Prov.14:1

"Oye, hijo mío, la instrucción de tu padre,
y no desprecies la dirección de tu madre"
Proverbios 6:8

Los hijos deben de honrar a sus padres con respeto y obediencia y estar prestos a llevar a cabo la función que se le haya encomendado como miembro y parte importante de la familia. Una buena relación en el hogar resulta en buenas relaciones fuera de él. 

"Guarda, hijo mío, el mandamiento de tu padre,
y no dejes la enseñanza de tu madre; 
Átalos siempre en tu corazón, enlázalos en tu cuello.

Porque el mandamiento es lámpara, y la enseñanza es luz,
y camino de vida las reprensiones que te instruyen."
Proverbios 6:20-21, 23

Una familia en el orden de Dios aporta para el mejoramiento de la sociedad, dando ejemplo y manifestando al mundo que no todo está perdido, que hay esperanza para todo aquel que considere a su familia como lo más importante y el eje central de la sociedad.. 

     Casadas, estén sujetas a sus maridos, como conviene en el Señor.
    
Maridos, amen a sus mujeres y no sean ásperos con ellas.
    
Hijos, obedezcan a sus padres en todo, porque esto agrada al Señor.
    
Padres, no exasperen a sus hijos, para que no se desalienten. Col.3:18-21
    
... Y  todos sumisos unos a otros, revestíos de humildad; porque:
           Dios resiste a los soberbios y da gracia a los humildes. 1 Pedro 5:5
    
Ciertamente el obedecer es mejor que los sacrificios ... 1 Samuel 15:22
     El que hace la voluntad de Dios permanece para siempre. 1 Juan 2:17

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